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Reportaje:

Al 'abordaje' del Vela

Unas 200 personas 'toman' y hacen pintadas en el polémico hotel de lujo junto al mar para denunciar su impacto

Àngels Piñol

"Hotel Vela, enderroc ja!". Un grupo de nadadores alzó unas pancartas con esas letras de color azul junto al espigón mientras unos 200 ciudadanos les aplaudían desde la playa de Sant Sebastià. Los organizadores de la campaña contra el hotel Vela realizaron ayer una acción reivindicativa para protestar contra la inminente apertura del polémico complejo de Bofill de 100 metros de altura. Tras derribar unas vallas, la protesta acabó con una serie de pintadas dentro del complejo hotelero con frases como "La ciutat és nostra i aquests són els seus enemics", además de arrojar botes de pintura contra alguna cristalera. La policía y la seguridad del hotel no intervinieron salvo una carrera final cuando la mayoría de activistas ya se retiraban.

Los miembros de la campaña planearon la acción con un toque irónico al plantear un asalto al hotel por mar, con tablas de surf, colchonetas de playa y embarcaciones rudimentarias, y por tierra, a través de las rocas. Un colectivo de windsurfistas participó en la protesta al estimar que el hotel barre el paso al aire y dificultará esa actividad náutica. Los organizadores llevaban globos de color negro y un animal de cartón con cara de elefante y cuerpo de pez, un animal imaginario. "Pronto los vecinos seremos así: especies en extinción", dijo uno de los convocantes.

Gala Pin, portavoz de la campaña, recordó que el Puerto promovió el hotel, aprobado después por la Generalitat y luego por el Ayuntamiento. Pin lamentó que el Puerto no se vea obligado a cumplir la Ley de Costas y permita construir junto al mar. "El Vela es un ejemplo del modelo de industria turística tras el Fórum. Los dos nuevos iconos de Barcelona, la torre Agbar y el hotel Vela, pertenecen a empresas privadas. La gente está harta de esta Barcelona de parque temático", afirmó la portavoz, que argumentó que un complejo de estas características encarecerá el coste de la vida de la Barceloneta, y recordó que la mitad de los barceloneses son mileuristas y la habitación más barata del Vela cuesta 300 euros. La asociación pretende presentar ahora un contencioso-administrativo contra el hotel.

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