Salgado recrudece el enfrentamiento del Gobierno con los empresarios

Los dardos que el Gobierno y la patronal llevan cuatro días lanzándose vuelan cada vez más envenenados. "Parte del tejido empresarial que se ha destruido es de cartón piedra. Se necesita una reforma empresarial más que una reforma laboral", comenzó el pasado sábado el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. El líder de los empresarios, Gerardo Díaz Ferrán respondió con energía. Empezó por el jefe del Ejecutivo, al que pidió "más seriedad y respeto", y disparó más tarde contra la responsable de Economía y Hacienda, Elena Salgado. Le reclamó "austeridad" en los Presupuestos y calificó de "grave error" la inminente subida de impuestos.

Salgado no se quedó corta. En una entrevista en la Cope, la vicepresidenta reconoció ayer que la CEOE tiene todo el derecho a sentirse decepcionada con el Gobierno, pero recordó que la indemnización de algunos ex directivos de la organización superó el millón de euros. Por ello, pidió a la patronal que se "aplique" la austeridad que reclama. No mencionó su nombre, pero era evidente que Salgado se refería a la polémica salida del que fue durante 23 años secretario general de la CEOE. Juan Jiménez Aguilar recibió hace un año una indemnización por despido de 1,9 millones de euros. El enfrentamiento abierto entre el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, y su número dos motivó la salida. Fuentes de la asociación responden que la CEOE es una entidad privada que vive de las cuotas de sus socios. Y que la cantidad abonada supone el cumplimiento de la legislación sobre despido improcedente (indemnización de 45 días por año trabajado).

La ministra cree poco constructiva la actitud de la patronal

La polémica no es buena para avanzar en el diálogo social, admite la CEOE

Salgado aprovechó la misma entrevista para cargar un poco más contra Díaz Ferrán. Consideró poco constructivo el ambiente que se había encontrado en la reunión del día anterior. "No me pareció que su postura fuera comprensiva", dijo. Y, frente a la petición de eliminar la oferta de empleo público el próximo año como medida de austeridad, la vicepresidenta económica señaló que "muy pocos ciudadanos" estarán de acuerdo con que no se mantenga el empleo de policías y guardias civiles. "Al pedir la reducción de funcionarios, no nos referimos a los que garantizan la seguridad. Pero hay muchos ministerios donde el Gobierno podría mirar", replican en la CEOE. Horas más tarde, Salgado pidió en el Senado a los que exigen recortes de gasto que digan "claramente" dónde. "Y no vale decir que se eliminen tres asesores", añadió.

Las declaraciones de los últimos días se unen a las de Juan Ramón Quintás de la semana pasada. El presidente de la confederación de cajas de ahorro y miembro de la dirección de la CEOE aseguró que si los agentes políticos y sociales no llegan a un acuerdo "sería conveniente celebrar elecciones generales" anticipadas para salir de la crisis.

Otro que se unió ayer a la pelea entre gobernantes y empresarios fue el ministro de Fomento. José Blanco subrayó que es "incompatible" pedir más inversión en infraestructura y al mismo tiempo más austeridad en los Presupuestos de 2010.

El enfrentamiento de estos días hace que hoy parezca más complicado retomar el diálogo social roto el pasado julio. Salgado cree que no es difícil recuperarlo, si bien es necesario "un diálogo sincero por ambas partes" y "un ambiente más constructivo". La CEOE admite que todas estas declaraciones "no son buenas ni para el país ni para el diálogo social ni para nada", pero se escudan en que ellos se limitan a responder a las provocaciones del Gobierno.

Ahora que arrecia el fuego cruzado quedan lejos los días en los que Díaz Ferrán echaba un capote a los socialistas al decir que tras las elecciones del año pasado se reuniría con Pedro Solbes. Daba así por hecho que la victoria sería del PSOE y que Solbes continuaría como vicepresidente. Pero eso era antes de que la crisis hiciera mella en todos; y de que unas arcas públicas saneadas dieran paso a un déficit galopante.