"La estatua del rey Felipe III debería estar en la Casa de Campo"
Carlos Ferrán Alfaro, turolense, de 75 años, es uno de los arquitectos más singulares de Madrid, al decir de sus colegas. Estudió en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid y fue alumno de Francisco Javier Sáenz de Oíza, con quien posteriormente trabajaría. Sobre su misma mesa-tablero él labora hoy, enfrascado en los últimos retoques de su Plan Integral de Mejora de la Calidad de la Plaza Mayor. Exponente de una arquitectura comprometida socialmente, Ferrán es un pensador que no se avergüenza de reconocer sus dotes como fontanero, "como mi admirado Sáez de Oíza", asegura. Ha ejercido en medio mundo. Fue arquitecto de la ciudad de Londres y su presencia en América ha sido incesante. Poco amigo de difundir su imagen, le ha correspondido, sin embargo, la encomienda de idear, precisamente, una nueva imagen de la Plaza Mayor.
Pregunta. ¿Cuál es la idea-fuerza de su plan?
Respuesta. Recobrar su valor imperial, cultural y popular.
P. ¿Cómo piensa lograrlo?
R. Descubriendo su potencial escénico, como gran teatro y escaparate de un país que fue un imperio.
P. Sus colegas dicen que es usted un hombre de izquierdas.
R. Creo que no lo he conseguido todavía.
P. ¿Ha pensado en la sociedad cuando proyectaba su plan?
R. Probablemente sí, pero no he puesto especial cuidado en ello. He respondido a lo que se me pedía con el máximo de eficacia profesional.
P. ¿Por qué fue elegido usted para este cometido?
R. Creo que por eso mismo. He pedido consultar a los vecinos y comerciantes. Mi plan es abierto. Aún no ha terminado. Admitirá innovaciones.
P. ¿Qué se propone hacer?
R. Un proyecto estratégico y didáctico, más que administrativo. Hasta que llegue a materializarse puede pasar mucho tiempo.
P. ¿Cuál es el desafío que encara con este plan?
R. El que demanda la importancia universal de la plaza Mayor de Madrid.
P. ¿Dónde reside tal importancia?
R. He descubierto que entre el Palacio Real y el del Buen Betiro pervive una trama a modo de rectángulo cuajada de calidad histórica, escena de acontecimientos trascendentales, universales. Sólo la plaza de San Marcos de Venecia alcanzó tal dimensión. En el centro y cruce de las diagonales de su trama se encuentran, precisamente, la plaza Mayor y la Puerta del Sol.
P. ¿Hay relación entre ellas?
R. Son gemelas, pero no mellizas. Se complementan. Entre las dos siempre ha existido una bisagra que las articula.
P. ¿Va a unirlas?
R. En el año 2020, Sol recibirá 30 millones de viajeros. ¿Podrá mantenerse ella sola? Creo que no. Las dos plazas han intercambiado muchas veces sus funciones. Se necesitan.
P. ¿Qué le sobra a la plaza Mayor?
R. Nada. A quien le falta una estatua es a la Casa de Campo.
P. ¿Pretende sacar a Felipe III de la plaza?
R. Estaría estupendamente en el contorno del palacio de los Vargas, de donde no debió salir .
P. Su afecto por Madrid y por esta plaza ¿de dónde nace?
R. Creo que la plaza, que ocupa el corazón de esta gran metropolis, es Patrimonio de la Humanidad y sobre esa idea y la de una suerte de Distrito Federal, hay que trabajar.
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