Coixet, Trueba y Sánchez Arévalo, a por el Oscar

A Raúl Arévalo, uno de los actores de Gordos, no le tembló la voz, y leyó la papeleta recién sacada del sobre: "Las tres preseleccionadas por la Academia para el Oscar al mejor fime de habla no inglesa son El baile de la Victoria, de Fernando Trueba; Gordos, de Daniel Sánchez Arévalo, y Mapa de los sonidos de Tokio, de Isabel Coixet".

Dentro de dos semanas, exactamente el 29 de septiembre, se resolverá el misterio, al conocerse el resultado de la votación para saber qué filme viaja a los Oscar como opción española. La gala final tendrá lugar el 7 de marzo de 2010.

Fernando Trueba fue el único de los precandidatos presentes en el sencillo acto de ayer en la Academia: "Sólo he estado otra vez en esta carrera, y fue con mi película Belle epoque [que ganó en 1994]". La estatuilla conquistada para el cine español por aquella película de Trueba reposa ahora en una estantería rodeada de esculturas sobre la fertilidad de una artista senegalesa. "El Oscar mira a una pieza en la que un hombre penetra por detrás a una mujer a cuatro patas; por eso lo llamo el oscar voyeur", explicó el director.

Fernando Trueba está "deseando" que la gente vea El baile de la Victoria, que no se estrena hasta el 4 de diciembre. Por teléfono, Daniel Sánchez Arévalo se sintió "sorprendido porque no esté Almodóvar en la terna de seleccionados", admitió que no se veía como caballo ganador en la línea de meta -"Isabel y Fernando merecen todo mi respeto y tienen más experiencia en Hollywood"- y confesó: "Recuerdo las palabras con las que Fernando Trueba dedicó su premio a Billy Wilder. Yo diría lo mismo y añadiría una mención a Trueba".

En cuanto a Isabel Coixet, directora de Mapa de los sonidos de Tokio, habló desde su oficina en Barcelona y recalcó las distintas miradas que ofrecen las tres películas: "Esto va por los que suelen decir que el cine español está muerto".

En el acto de lectura, al lado de Álex de la Iglesia, presidente de la Academia española, se sentó Pedro Arméndariz junior, su homólogo de la Academia mexicana. El motivo era que a la vez se anunciaron las tres precandidatas españolas a los premios Ariel, los goyas mexicanos: el trío finalista resultó tener los mismos nombres y apellidos que la terna que optará a representar a España en los Oscar.