El PSOE y el PNV, dispuestos a llegar a un pacto presupuestario

El PNV está dispuesto a negociar con el Gobierno su apoyo a los Presupuestos y el PSOE ya ha recogido el guante. En 2008, el Ejecutivo cerró un pacto presupuestario con PNV (6) y BNG (2), que, con sus ocho votos le dieron la mayoría parlamentaria de 176. Los socialistas podrían recabar ahora la misma fórmula, con el apoyo de Coalición Canaria (2) y UPN (1), lo que debilitaría las exigencias de la izquierda. Pero el PNV pone un precio: el blindaje de las normas forales vascas, recurridas con frecuencia por las comunidades vecinas a la vasca, lo que implica la reforma de las leyes orgánicas del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.

Las normas fiscales vascas, en las que están incluidas las llamadas vacaciones fiscales, emanadas de las Juntas Generales, son vulnerables a recursos procedentes de autonomías como La Rioja o Castilla y León, que se creen perjudicadas por el ejercicio de la capacidad normativa exclusiva de las diputaciones vascas. Los recursos culminan en el Tribunal de Justicia del País Vasco y algunos han llegado al Tribunal de Estrasburgo. El Congreso votará en octubre una propuesta del Parlamento vasco a favor del blindaje (apoyado por el PSE y el PP vasco), que limita la posibilidad de acudir al Constitucional.

El problema para el PNV es que no tiene garantías de que dicha propuesta sea aprobada por el PSOE y PP en las Cortes españolas, de ahí que la ponga como condición para un acuerdo presupuestario. La dirección peneuvista ha dado un giro a su política de oposición radical al Gobierno de Zapatero tras la pérdida del Ejecutivo vasco, en mayo.

Exigencia del electorado

El PNV admite que su predisposición a negociar obedece a la exigencia de su electorado, especialmente del empresariado vasco, que le exige acuerdos políticos ante la envergadura de la crisis, que ha dañado el tejido industrial vasco pese a estar protegido del crac inmobiliario. De ahí que el PNV haya formulado una propuesta de acuerdo contra la crisis al Gobierno vasco de Patxi López y el miércoles, su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, extendiera su colaboración al Ejecutivo de Zapatero. Con este doble gesto pretende, asimismo, centrar su imagen.

Otro factor es la situación del PNV en la Diputación de Álava, donde gobierna en precario y quiere afianzar su poder hasta las municipales y forales de 2011. Aunque el PP alavés ha aparcado por ahora la moción de censura contra el Gobierno del PNV de la Diputación de Álava, no la ha descartado. El PNV calcula que un gesto de apoyo a Zapatero puede facilitarle la relación con los socialistas vascos para consolidar objetivos en Álava.