Montilla advierte que nada frenará el despliegue del Estatuto catalán
El presidente de la Generalitat promete liderar la respuesta al Constitucional
La misma firmeza que el presidente de la Generalitat de Cataluña ha utilizado las últimas semanas para rechazar movilizaciones preventivas en la calle contra un eventual recorte del Estatuto catalán la empleó ayer para dejar claro que, diga lo que diga la sentencia del Tribunal Constitucional, su Gobierno llevará adelante el despliegue de la carta autonómica. "Nada impedirá que convirtamos en hechos nuestra voluntad de autogobierno", señaló José Montilla.
En la vigilia de la Diada del Onze de Setembre, el presidente catalán aprovechó su mensaje institucional para advertir de que el Estatuto seguirá su desarrollo, pero también para dejar claro a sus socios de Esquerra Republicana y a la oposición de Convergència i Unió que su prioridad es la lucha contra la crisis. "La sociedad catalana quiere que resolvamos los problemas que tenemos planteados, no que inventemos otros nuevos". "El horizonte nacional de Cataluña tiene hoy una primera exigencia: salir de la crisis económica".
El discurso de Montilla entronca con su argumentación de que el Estatuto no es una ley orgánica más sujeta a la lupa del Tribunal Constitucional, sino que es un pacto entre España y Cataluña ratificado por las Cortes y por los catalanes mediante un referéndum que no puede cambiar ningún juez. Pero después de las voces que desde el PP y también desde el PSOE han advertido de que la última palabra la tendrá el Tribunal Constitucional, Montilla llamó ayer a los catalanes a practicar la perseverancia. "El cumplimiento íntegro del Estatuto chocará con resistencias e incomprensiones" pero insistió en que nada impedirá su despliegue. Añadió, además, que piensa ponerse al frente de la respuesta institucional que se tenga que dar a la sentencia. "Asumiré el liderazgo de la respuesta catalana", subrayó.
Los socialistas catalanes siguen pensando que esa sentencia del Tribunal Constitucional no tiene por qué ser excesivamente negativa. Eso sí, están convencidos de que cualquier retoque o nueva relectura que se dé al Estatuto dará alas a los nacionalistas e independentistas para promover una oleada de distanciamiento entre Cataluña y España. Y temen quedar fuera de juego. De ahí la insistencia del presidente de la Generalitat, ayer, para evitar el catastrofismo antes de tiempo. "Cataluña no quiere ni puede ser el país del pesimismo", dijo Montilla.
Antes de lanzar sus advertencias sobre la sentencia del alto tribunal, el presidente de la Generalitat lanzó un guiño a José Luis Rodríguez Zapatero. Lo hizo después de que el consejero catalán de Finanzas, Antoni Castells, criticara el pasado fin de semana la gestión de la crisis que está haciendo el presidente del Gobierno. Montilla aseguró que las críticas vertidas por Castells no son la "posición colegiada" del PSC, que tiene dos ministros en el Gobierno de Zapatero [Carme Chacón y Celestino Corbacho]. Según Montilla, las medidas contra la crisis de Zapatero podrían ser más drásticas si los socialistas contaran con una mayoría más sólida.
Tono desafiante
- "El cumplimiento íntegro del Estatuto chocará con resistencias e incomprensiones, pero nada impedirá que convirtamos en hechos nuestra voluntad de autogobierno".
- "Como presidente de todos los catalanes estaré al frente de la respuesta institucional que se tenga que dar ante los problemas que se nos planteen, contando con todos vosotros, asumiendo el liderazgo de la respuesta catalana (...) Cataluña sabrá salir adelante".
- "El horizonte nacional de Cataluña tiene hoy una primera exigencia: salir de la crisis económica" (...) Cataluña no quiere ser el país del pesimismo.
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