Irán mueve ficha para revivir el diálogo atómico
Teherán insiste en negociar sin suspender su programa
Irán entregó ayer a la comunidad internacional el esperado conjunto de propuestas teóricamente llamado a encarrilar la disputa sobre su cuestionado programa nuclear, a cuyo desarrollo pacífico no renuncia. Los europeos piden a Teherán que se deje de dilaciones y que se ponga a discutir en serio, mientras Washington se limitó ayer a señalar que estudiaría "cuidadosamente" el paquete, con la esperanza de hallar propuestas "serias, concretas y constructivas".
Pocas horas antes, la Administración de Barack Obama había hecho pública en una reunión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) su convicción de que la República Islámica está ya en condiciones de fabricar el uranio altamente enriquecido necesario para montar una bomba nuclear. "No nos volvamos locos", relativizó el director general del OIEA, Mohamed el Baradei.
El tiempo corre e Irán sigue avanzando en sus ambiciones. Con la retórica que ha hecho perder en alguna ocasión los nervios a los diplomáticos occidentales, el ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Mottaki, mantiene que las ideas presentadas ayer son una puesta al día de otras anteriores, que abordan "diversas cuestiones globales" y que espera que constituyeran "una nueva oportunidad para establecer discusiones con vistas a cooperación".
A falta de analizar el contenido, se sabe que, crucialmente, Teherán no pone en la mesa la suspensión de su programa nuclear. El presidente Mahmud Ahmadineyad insistió el lunes en que Irán sólo está dispuesto a negociar y cooperar sobre el uso pacífico de la energía nuclear y sobre la prevención de la proliferación.
Las propuestas —entregadas a EE UU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania y hechas llegar también al coordinador de las negociaciones, Javier Solana— se entregaron al poco de que en una reunión del OIEA en Viena volviera a sobrevolar el espectro de una República Islámica con el arma nuclear.
"Irán está o muy cerca o ya en posesión de suficiente uranio pobremente enriquecido como para fabricar un arma nuclear si se diera la orden de enriquecerlo hasta el nivel necesario", anunció el embajador estadounidense, Glyn Davies. El diplomático se apoyaba en el último informe del OIEA, según el cual Irán cuenta "como mínimo con 1.430 kilos de hexafluoruro de uranio pobremente enriquecido". Antes del verano se notificaron 1.339 kilos. Según los expertos, hacen falta entre mil y 1.700 kilos de este material para lograr la cantidad de uranio altamente enriquecido que exige una bomba atómica.
En Viena, El Baradei subrayó que sus inspectores "están muy preocupados", pero que "no hay que perder la cabeza". "No hemos visto que se haya desviado material [del declarado para uso civil], ni hemos visto componentes de armas nucleares. No tenemos información sobre el caso", dijo.
Pese a este intento de mantener los ánimos templados, el secretario general y Nobel de la Paz levantó un punto de intriga. Según él, existe material confidencial nada desdeñable que apunta a que Irán está estudiando cómo fabricar armas nucleares. "Si eso es verdad hay una alta probabilidad de que haya habido actividades relacionadas con la fabricación de armas nucleares", concluyó El Baradei, quien llamó a Teherán a disipar claramente inquietudes y a no despachar los indicios con simples negativas.
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