Zapatero celebra en Cerdeña su primera cumbre con Berlusconi

Enfrentado con la Iglesia, los medios de comunicación (salvo los de su propiedad), la Comisión Europea e incluso su principal aliado, el presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, Silvio Berlusconi recibirá hoy a José Luis Rodríguez Zapatero. La cita de los jefes de Gobierno italiano y español, acompañados cada uno por media docena de ministros, será en la isla de Cerdeña, donde Berlusconi posee la lujosa y polémica mansión de Villa Certosa.

Aunque tienen muy poco en común, ideológica y personalmente, Zapatero ha cultivado la relación con el primer ministro italiano. El presidente español telefoneó a Berlusconi para desmarcarse de la publicación por EL PAÍS, el pasado 5 de junio, de las fotografías de las fiestas de Villa Certosa, secuestradas en Italia, después de que su viceministro de Interior, Alfredo Mantovano, sugiriera que la mano del líder socialista español estaba detrás. Zapatero, según fuentes gubernamentales, le dijo a Berlusconi que lamentaba personalmente la publicación de las fotos y que no podía haberla impedido de ningún modo.

El asunto más delicado de la cumbre es la inmigración ilegal, que Berlusconi ha convertido en delito y contra la que aplica medidas contundentes, como demuestra la deportación de clandestinos a Libia. Pese a ello, fuentes españolas sostienen que es posible llegar a acuerdos en algunos aspectos, aunque "no en todos".