El Constitucional arranca sin prisas el curso del Estatuto

El Tribunal Constitucional ha arrancado sin prisas un curso judicial cuya principal prioridad es la sentencia del Estatuto de Cataluña. En la primera semana jurisdiccional del alto tribunal no ha habido convocatoria de Pleno y no parece probable que vaya a haberla. Los magistrados se reunieron ayer en sus respectivas Salas para deliberar asuntos jurisdiccionales de diversa índole, principalmente recuros de amparo. Sin embargo, siguen trabajando en el texto de la sentencia del Estatuto catalán, a través de reuniones informales y contactos telefónicos.

La situación sigue en la misma tesitura que a finales de julio, cuando tras una tercera lectura del borrador de sentencia se constató la falta de mayoría en dos aspectos clave, como son el término "nación" y el deber de conocer el catalán por todos los ciudadanos de Cataluña. Las fuentes consultadas precisaron que sigue retocándose el borrador reelaborado por la magistrada ponente, Elisa Pérez Vera, pero que la presidenta, María Emilia Casas, aún no considera el momento de retomar las deliberaciones en Pleno. Dado que Casas suele convocar los plenos con tres días de anticipación, no parece factible que lo haga en lo que resta de semana. No obstante, el Estatuto sigue una tramitación especial y podría hacerlo en cualquier momento.

Barreda considera "inasumible" que Cataluña sea una nación

Entretanto, prosiguen las presiones políticas en torno al alto tribunal. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, manifestó ayer que tiene el "pleno convencimiento de que el Estatuto de Cataluña es plenamente constitucional", por lo que se mostró seguro de que el Constitucional así lo confirmará en su sentencia.

En respuesta a Corbacho, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acusó al Gobierno de presionar al alto tribunal con las declaraciones de varios ministros, y aseguró que esa actitud "no es compatible con la separación de poderes".

Mientras, Joan Ridao, portavoz de Esquerra Republicana, cuestionó ayer la legitimidad del Constitucional y de cualquier otro para dirimir la legitimidad del Estatuto. El republicano expresó su deseo de que "nunca más" ningún juez pueda decidir si un texto se ajusta o no a la Constitución una vez ha sido aprobado en referéndum.

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, afirmó que es "inasumible" que Cataluña sea una nación porque "históricamente" las naciones reclaman un Estado porque "cada vez que hay una nación, hay también una fuerza que empuja en esa dirección".