La tercera operadora china entra en el capital de Telefónica

Muchas cosas se le podrán criticar al presidente de Telefónica, César Alierta, y a su equipo, como, por ejemplo, el de ofrecer un acceso a Internet más caro que la media europea, pero hay que reconocerle su capacidad para ampliar con éxito las fronteras de la primera multinacional española. Gracias a esa aptitud negociadora, Telefónica ha conseguido un hito al alcance de muy pocas multinacionales: que una compañía china entre en el capital de una empresa extranjera sin tomar el control.

Desde que Telefónica desembarcó en China en 2005, Alierta y sus ejecutivos han estado obsesionados por estrechar lazos con sus socios del mayor mercado del mundo, tomando ventaja a sus rivales como la británica Vodafone. Por fin han podido abrirse paso entre la complicada burocracia china y convencer al Politburó del Partido Comunista y al Gobierno, por los que pasan todas las decisiones importantes, para sellar un acuerdo histórico.

Telefónica y China Unicom anunciaron ayer una alianza por la que la firma asiática tomará el 0,88% del capital de la española, y a cambio ésta aumentará su participación en la tercera operadora china desde el 5,3% que posee actualmente hasta más del 8%. Ambas operaciones supondrán un desembolso de alrededor de 1.000 millones de dólares (700 millones de euros) para cada compañía. Se trata de la primera vez que una operadora china toma participación en una extranjera, ya que China Mobile, en la que Vodafone tiene el 3,27% del capital, no participa en el capital de la británica.

Aunque el acuerdo fue firmado el pasado sábado en Beijing, en realidad se fraguó en la visita que realizó el 16 de junio He Guoquiang, miembro del comité permanente del Politburó del Partido Comunista Chino (PCC), a quien Alierta dejó tan convencido que incluso llegó a saltarse el protocolo estricto del PCC y pronunció un discurso de agradecimiento. La buena impresión causada al presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jibao, que habían visitado también España, hizo el resto.

Según el acuerdo, China Unicom adquirirá 40,7 millones de acciones a 17,2 euros por título (la acción cerró el viernes a 17,35 euros), mientras Telefónica comprará 693 millones de títulos de la firma china por 11,17 dólares la acción. La fórmula puede ser o bien la entrega por parte de Telefónica de acciones propias procedentes de autocartera a cambio del capital de la china, o bien, con más probabilidad, sendas ampliaciones de capital con pago en dinero. Respecto a la representación en los órganos de gobierno, Telefónica ya cuenta con un miembro en el consejo de la china, y ésta podría alcanzar un asiento en la española en breve, aunque oficialmente no se ha concretado.

Con este pacto, Telefónica vuelve a dar un golpe de mano para hacerse con el liderazgo mundial de las telecomunicaciones, en el que, por valor bursátil, tan sólo es aventajada por China Mobile y la estadounidense AT&T, aunque pisándoles los talones Vodafone. La compañía española ha vivido un proceso de expansión sin precedentes desde que Alierta tomara la presidencia en 2000, tras la compra de las filiales hispanoamericanas de BellSouth, la entrada en México o la adquisición de la británica O2.