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Reportaje:

El 'maître' vuelve al Palace

Sancho Gracia recupera la sombra de su padre en 'La cena de los generales'

Juan Cruz

De Sancho Gracia, el actor que fue Curro Jiménez, dijo una vez su amigo Rafael Azcona: "¿Sancho Gracia? Es muy difícil bajarse del caballo y seguir siendo el buen actor que es". Tiene 72 años. Ahora aparece cada día su serie mítica en Digital + y está metido en un nuevo proyecto televisivo (Los libertadores de América, para TVE), pero nunca soñó con ser su padre (mejor dicho, su segundo padre; su padre murió siendo él un niño) en una obra de teatro.

Su madre enviudó muy pronto y se casó con un señor, Gabino Abril, un liberal que hizo la guerra contra Franco y que en la posguerra logró entrar en el hotel Palace de Madrid, donde llegó a ser maître, al final de una escala en la que comenzó de botones.

"Inventé, interpreté a Curro Jiménez; me dio dinero. ¡No puedo estar harto de él!"

Gabino "era un liberal, un hombre de la época, un tipo que podía hablar cuatro o cinco idiomas", y fue "un padre excelente" para Sancho. A él le ha tocado un poco el corazón, la similitud que hay entre este maître del Palace y el que ahora hace él en la obra La cena de los generales, de José Luis Alonso de Santos, que se estrena mañana en el Teatro Español ("el mejor del mundo").

"Era un liberal de izquierdas". Pero eso no era raro en la familia de Sancho Gracia, que tuvo "siete tíos y un abuelo en el talego por ser eso, liberales antifranquistas". El personaje que interpreta en la obra de Alonso de Santos era también "un liberal de izquierdas" que recibe en la posguerra la extraordinaria misión de servir una cena para los generales a los que el dictador Franco quiere agradecer su trabajo en la Guerra Civil que acaba de ganar.

Aquel maître no tuvo más remedio, como no hubiera tenido más remedio su padre, que servir a los fascistas. "Eran épocas muy jodidas. La Guerra Civil se acabó, eso está claro. Pero en aquel tiempo seguía. Ahora no hay que hacer otra cosa que perdonar, qué vas a hacer ya; hay que hacer lo que decía Marcos Ana, perdonar pero no olvidar. Las cosas fueron como fueron".

El actor que ahora se enfunda la ropa de camarero para servir a Franco fue, en su adolescencia, "a Yeserías, a Torrijos, al penal de Ocaña...". "A visitar a los tíos y al abuelo presos; eso te curte, pero también te da una enorme capacidad de perdón".

La cena de los generales (cuyo pase al cine él va a producir) "vino con una garantía total". "Imagínate, una obra de Alonso de Santos, con el background que tiene el tío: películas, teatro...". Y, además, dirigida por Miguel Narros, "ésa sí que es otra garantía". Se la debía a Narros; hace cinco años, o más, cuando le visitó la aviesa mano del cáncer, Sancho interpretaba para Narros Panorama desde el puente, de Arthur Miller, "pero hubo que cortar, operarse, esas cosas, así que nos la debíamos". Le llamó Narros; "Yo creo que ésta te va". Cómo no iba a aceptar. "El teatro lo es todo, lo fue siempre, desde que empecé, y piensa que empecé con Margarita Xirgu, casi nada".

La experiencia ha sido gloriosa, dice, y ahora queda "la reválida de Madrid". "Aunque en todas partes hemos tenido éxitos acojonantes, de verdad; se han llenado los teatros".

Pero lo importante no es sólo el Español, "con ser tan enorme", sino el entorno, "ese Madrid fabuloso de tabernas, de barrios, esa plaza de Santa Ana... Ahí hice también el Goya, de Alfonso Plou, dirigido por Carlos Martín, en 1996, una experiencia fabulosa".

¿Y esta obra? "¡Vete a verla, cojones!", dice Sancho, en el mejor estilo Curro. "Ahora en serio. Es una reconstrucción de aquel momento de la posguerra, cuando todo estaba hecho una mierda. Era la posguerra, la gente tenía que ir por delante de una situación jodida por los que ganaron. Los que ganan siempre hacen lo que les da la gana, y lo hicieron".

Pero ahora, reconsidera Sancho, "estamos en una democracia; a veces me cabreo con las gilipolleces de los partidos políticos, y me acuerdo de lo que fue aquel tiempo que describe La cena de los generales. La posguerra. ¡Y lo que inventaban los perdedores para salir adelante".

El maître de la obra "intenta ayudar para llevarse al huerto a los que representan a la derecha". ¿Y lo logra? "¡Que vayas a verla, cojones!". Sancho, una última pregunta: ¿no está harto de que le recuerden a Curro Jiménez? "¡Cómo voy a estar harto, si me lo inventé, lo produje, lo interpreté, me dio dinero! ¡Cómo voy a estar harto de haber sido Curro Jiménez!".

El actor en el balneario de Mondariz con la estatua del fundador.
El actor en el balneario de Mondariz con la estatua del fundador.LALO VILLAR

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