Félix Millet se asignó en 2008 un sueldo de 1,6 millones de euros
Joan Llinares asume todo el mando para reorientar el Palau de la Música
La gestión y dirección del Palau de la Música le salía muy rentable a Félix Millet. En 2008 cobró 1.600.000 euros en distintos conceptos de sueldo y facturas a cargo del consorcio del Palau, la Fundación Orfeó Català y el mismo Orfeó Català. Como él era el principal administrador de estas tres entidades, él mismo autorizaba las facturas y los emolumentos que se pagaba por sus trabajos.
La investigación de las cuentas de la centenaria institución musical será larga, pero diversas fuentes apuntan a que lo que ha aparecido hasta ahora, incluido este detalle de su millonario sueldo, es sólo "la punta del iceberg" de unos posibles usos incorrectos en la gestión del dinero que, tanto las administraciones públicas como las entidades y empresas privadas, daban al Palau para cumplir con su función cultural.
Millet lo dirigió a sus anchas durante treinta años y, si bien es cierto que durante este tiempo la sala de conciertos modernista ha ganado presencia mediática y cultural en la ciudad, los acontecimientos de estas últimas semanas están haciendo reflexionar a patronos y administraciones sobre su responsabilidad en la falta de control que ha habido en las cuentas de la entidad. Ayer, en la reunión del patronato de la Fundación Orfeó Català, el silencio sobrecogido fue la nota dominante ante lo que algunos denominaron "escalofriante" sucesión de datos que iban aportando los nuevos gestores sobre la realidad de las cuentas. A casi todos les resultó una sorpresa lo sucedido, porque hasta ayer mismo algunos aún pensaban que la intervención judicial y de las instituciones podía haber sido exagerada.Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el grado exacto de irregularidades que se han producido en la gestión del Palau. Falta acabar la completa auditoría que han puesto en marcha los nuevos gestores y, además, hasta finales de mes no se levantará el secreto de sumario del caso. Pero ya pocos piensan que fue una intervención exagerada o precipitada.
Es más, la junta directiva del Orfeó Català y el patronato de su fundación acordaron ayer, visto lo visto, personarse, junto al consorcio del Palau, en la causa contra Millet. Ayer hubo reunión extraordinaria de ambas entidades y, pese a que durante la mañana Millet había intentado que algunos patronos le secundaran e impidieran el relevo al frente de la entidad, finalmente, todo transcurrió según estaba previsto en el orden del día y se procedió al relevo.
A partir de ahora, Joan Llinares, que a finales de julio asumió el cargo de director ejecutivo del consorcio del Palau Música, asume también la dirección general de la fundación. Se han renovado también algunos cargos y ahora el tesorero será Ignasi García Nieto y el secretario el notario Carlos Cuatrecasas.
La reunión de la fundación, según explicaron varios asistentes, transcurrió sin estridencias. Aunque algunas pocas intervenciones reivindicaron el trabajo hecho por Millet para relanzar el Palau durante su gestión, la mayoría estuvo de acuerdo, una vez escuchados los datos de sus actuales responsables, en que se tenía que profesionalizar la gestión para que se ajuste a los principios de transparencia y buen gobierno, asumiendo un código de buenas prácticas. También se insistió en el carácter privado de la entidad. Entre los acuerdos figura el encargo a Deloitte de la auditoría y la contratación como asesores de los bufés Garrigues y Roca Junyet. Se ha creado una comisión de cuentas integrada por Maria Àngels Vallvé, Leopoldo Rodés e Ignasi García Nieto.
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