Un programa sin Cofradía

Llodio se dispone a despedir sus fiestas de San Roque con el fin de semana más tradicional. Y, posiblemente, el más polémico. Ocurre que para mañana, último domingo de agosto, como sucede desde 1599, el calendario deja su hueco en el pórtico de la parroquia de San Pedro de Lamuza a la comida de los cofrades de San Roque, convertida desde hace varios meses en objeto de discordia porque el espíritu de su tradición no permite la presencia de la mujer.

Sin embargo, este año nada es igual. De entrada, un grupo de mujeres ha decidido concentrarse una hora antes del inicio del almuerzo para reivindicar su participación como comensales. Era previsible. Este año no será posible su incorporación, pero los miembros de la Cofradía San Roque saben que disponen de un plazo máximo de doce meses para adecuar su reglamento interno a la normativa de la ley de Igualdad.

Un grupo de mujeres pedirá mañana sentarse a comer en las mesas

Las convocantes de la movilización han constituido recientemente un grupo para mantener así vigente esta reivindicación feminista. Sin embargo, hasta ahora, ninguna mujer ha solicitado de manera oficial su incorporación a la comida, a pesar de que la Cofradía dispone de varias socias desde hace años.

Una vez que el Ararteko atendió la queja de un vecino de Orduña muy relacionado con Llodio en la que exigía la presencia de la mujer en esta comida, y dio paso luego a que la Defensoría de la Igualdad asumiese el protagonismo de la reivindicación cursada, la vida interna de la Cofradía de San Roque transita convulsionada. De hecho, el resultado de la primera asamblea convocada para facilitar la presencia de la mujer se llevó por delante a la junta directiva que presidía Juanjo Salazar porque no hubo mayoría cualificada suficiente. José Luis Navarro es el nuevo mayordomo. Precisamente, para saber a qué atenerse ante la dualidad que supone la tradición y la ley, sus componentes decidieron el 2 de agosto solicitar un informe al catedrático de Derecho Civil Ricardo de Ángel para así contrastar la resolución que les ha cursado la Defensoría que dirige Maite Erro.

A tal punto llega la división que el Ayuntamiento de esta localidad alavesa ha decidido excluir del programa oficial de festejos la comida que, paradójicamente, da nombre al último día de actos. La medida fue reprobada por los cofrades en su última asamblea al ver precipitación por parte del Ayuntamiento ya que, de momento, las instancias autonómicas han dado de plazo hasta 2010 a la Cofradía para que adecue sus estatutos. Por eso, decidieron enviar una carta de protesta al alcalde, el peneuvista Jon Karla Menoyo.

Antes de que llegue la comida de la Cofradía, Llodio dedicará sus horas festivas a la gastronomía con el consumo popular de morcillas, principal festejo de hoy. Este producto, arraigado en esta zona del Valle de Ayala, será degustado en las mesas instaladas en el centro del pueblo.

El resto del programa adquiere una dimensión más religiosa. En las primeras horas del domingo la imagen de San Roque retornará a su ermita, de donde fue bajada el primer domingo de agosto.