Zapatero ofrece a Rajoy un pacto en educación y energía

José Luis Rodríguez Zapatero quiso ayer pasar página de los ataques que el PP ha dirigido este verano al Gobierno responsabilizándole de la "persecución" con escuchas ilegales a dirigentes y militantes populares. En la rueda de prensa con la que dio por inaugurado el curso político en La Moncloa, el presidente prácticamente eludió la cuestión de las supuestas escuchas ilegales, que confió en que se quede en una serpiente de verano. Se limitó a señalar que la Diputación Permanente del pasado martes, en la que el PP quedó aislado al poner sobre el tapete la denuncia sobre las escuchas ilegales, lo dejó "bastante claro" y apeló a que "la responsabilidad del PP esté a la altura de las circunstancias".

Lo que Zapatero hizo ayer fue dirigirse al presidente del PP, Mariano Rajoy, para ofrecerle un pacto por la educación y la planificación energética, que considera piezas clave para encarar el principal reto que se presenta en este curso político, la reactivación económica. El pacto sobre educación, según Zapatero, pasa por una importante reforma de la Formación Profesional, adaptada a las necesidades empresariales, y el energético pretende alcanzar el objetivo de que la energía renovable represente el 20% en 2020.

El presidente consideró "probable" que el diálogo se materialice en un encuentro con el líder de la oposición en las "próximas semanas" en La Moncloa. Un diálogo que los ministros de Educación, Ángel Gabilondo, y de Industria, Miguel Sebastián, extenderán también al arco parlamentario.

Paralelamente, Rodríguez Zapatero se comprometió a retomar en septiembre el diálogo social con sindicatos y empresarios, que quedó roto en julio tras el enfrentamiento del presidente del Gobierno con el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, a cuenta del abaratamiento del despido.

Ayer, el jefe del Ejecutivo reiteró su rechazo a una reforma laboral de esas características y su compromiso para defender las políticas sociales en la etapa actual de crisis, como el mantenimiento del valor de las pensiones y del salario mínimo interprofesional. En ese mismo sentido abogó por ampliar el plazo de cobertura de los parados que han agotado la prestación por desempleo, en línea con la propuesta de los sindicatos y que, en este momento, sólo beneficia a quienes la perdieron desde el pasado 1 de agosto.

La política por la reactivación económica será, pues, la clave de esta nueva etapa del diálogo social que Zapatero quiere plasmar en el proyecto de Ley de Economía Sostenible. También la protagonizará la próxima conferencia de presidentes autonómicos, que se celebrará en otoño, en la que empezará inmediatamente a trabajar el ministro de Política Territorial, Manuel Chaves.

Zapatero retomó ayer la propuesta de Economía Sostenible, que lanzó en mayo, en el debate sobre el estado de la nación, y la colocó en el centro del escenario político. Es su fórmula, dijo, para afrontar la nueva etapa en la crisis económica. A su juicio, "ya ha pasado la fase más aguda de la crisis", aunque se cubrió al señalar que "aún quedan meses difíciles hasta ver la recuperación económica y del empleo".

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ya anunció el jueves que en el otoño volverá a subir el desempleo, tras la contención manifestada entre mayo y julio, debido al turismo y al plan E de inversión local. Zapatero aseguró, a modo de balance, que ese plan ha creado 400.000 empleos como "medida de choque".

Pero el presidente puso ayer el acento en la meta de la recuperación económica. "Es necesario un gran esfuerzo colectivo para que la recuperación comience cuanto antes sobre unas bases sólidas y nos permita la recuperación del empleo, que es el objetivo básico", dijo.

El jefe del Ejecutivo ve síntomas de recuperación en países como Francia y Alemania, que ya registran tasas de crecimiento positivas, y está convencido de que impulsarán el de España, que entró en la crisis un trimestre más tarde que ellos.

En esta coyuntura es donde pretende dar juego a la Ley de Economía Sostenible sobre la que el Consejo de Ministros del pasado 13 de agosto debatió un primer informe.

Dicha ley, que pretende incentivar un nuevo modelo económico frente al actual basado en el ladrillo, está apoyada en cinco pilares, según Zapatero. El presidente abogó por un modelo económico con menores cargas administrativas; reforma de los organismos reguladores; impulso a proyectos público-privados; reforma de las estructuras educativas con mayor vinculación al modelo productivo e incentivos fiscales encaminados a reforzar las actividades empresariales relacionadas con la investigación. Para conseguirlo, abogó por un gran pacto político.