"En el velódromo el procedimiento no era normal"

"Llevo seis años en el Ayuntamiento de Palma y ahora entiendo que el procedimiento seguido en el caso del Palma Arena no era normal", declaró el dimisionario portavoz municipal del PP, Rafael Durán, en su comparecencia ante el juez. "Siempre he confiado en la buena fe de las instituciones y en el acierto de los técnicos", explicó para justificar su papel como presidente del consorcio para la construcción del velódromo. Una actuación que los fiscales describieron como una "absoluta dejación de sus funciones".

En una declaración orientada a exculparse de toda responsabilidad, Durán admitió que, "aunque fuera el presidente, no tenía capacidad decisoria ninguna" y que "era José Luis Ballester

[director de Deportes de Jaume Matas] el que marcaba qué licitaciones se tenían que hacer". En ese sentido, quien fuera concejal de Deportes del Ayuntamiento de Palma afirmó que "la construcción del velódromo pivotaba sobre el Gobierno, de tal manera que la junta del consorcio era una convidada".

Como miembro y teórico presidente de este organismo, Durán firmó, entre otros documentos, el contrato de casi nueve millones de euros a los arquitectos García-Ruiz, que finalizaron las obras por decisión expresa de Matas y sin concurso público. "Nadie me informó de las condiciones de contratación. Ni leí el contrato, y creo que tampoco lo leyó ningún miembro de la junta", se excusó. Reconoció que "firmaba las órdenes de pago" de las obras efectuadas en el recinto y alegó: "Nadie me advirtió de que mi firma pudiera ser contraria a derecho". Sobre su papel en las adjudicaciones relativas al velódromo, dijo que su intervención se reducía a "abrir los sobres y entregarlos a los funcionarios para que comprobaran si todo estaba en regla".