Barrichello resucita en Valencia
El piloto de Brawn arrebata la victoria a Hamilton tras un nefasto repostaje de McLaren
Las lágrimas y la emoción no le dejaban hablar mientras, todavía en el asiento de su coche, recibía la felicitación de su jefe, Ross Brawn. Esta vez no hubo quejas por parte de Rubens Barrichello. Su equipo hizo las cosas tal como debía hacerlas y el brasileño, de 37 años, llevó a Brawn a la séptima victoria de la temporada en 11 carreras. Fue un momento muy especial para este hombre curtido en mil batallas, puesto que no sólo supuso su reencuentro con el triunfo después de cinco años y 81 grandes premios -no ganaba desde el de China 2004-, sino también la 100ª victoria de un piloto brasileño y la décima de su palmarés particular, la primera conseguida fuera de la escudería Ferrari.
El brasileño logró su primer triunfo fuera de Ferrari, tras 81 carreras sin ganar
Hamilton tardó 13,4s en repostar. Los mecánicos fallaron con una rueda
Todo ello lo adornó además Barrichello con un excelente final de carrera, que le permitió arrebatar a Lewis Hamilton un triunfo que todo el mundo daba por cantado antes del segundo y último repostaje del británico. Allí fue precisamente donde se decidió el desenlace. Porque Hamilton entró en el box de McLaren con cuatro segundos de ventaja sobre Barrichello y salió de él habiendo perdido la carrera. El actual campeón mundial se vio forzado a adelantar su repostaje porque se estaba quedando sin gasolina y ni siquiera los mecánicos habían tenido tiempo de prepararse para cambiar los neumáticos. Fallaron estrepitosamente con la rueda delantera derecha y perdieron más de cinco segundos en colocarla. En total, Hamilton precisó 13,4 segundos para dejar su taller y dirigirse de nuevo a la pista.
Fue un tiempo excesivo porque, mientras tanto, Barrichello había recibido órdenes de su equipo de que apretara a fondo y realizara una vuelta de las de clasificación, acelerando al máximo, para rebajar la distancia de 4,5 segundos que le llevaba Hamilton hasta 2s. "Si lo logras, puedes ganar", le dijo Brawn por la radio. Y esta vez Rubens cumplió. Logró sus mejores tiempos, las vueltas más rápidas de todo el fin de semana (1m 38,9s) y después entró en los boxes, de los que salió en 6,8 segundos. Mantuvo el liderato con más comodidad de la previsible gracias al error de McLaren. Y ya nadie logró separarle del peldaño más alto del podio. Hamilton fue segundo y el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) se subió por tercera vez esta temporada al podio.
"Va por ti", dijo Barrichello al bajarse del coche señalando su casco en clara referencia al accidente sufrido en Hungría por su amigo Felipe Massa (Ferrari). "Todos los brasileños estamos contigo. Todos queremos que vuelvas lo más pronto posible", le confió. Y luego quiso también hacer un reconocimiento a su equipo. "Algunas veces la emoción o la tensión me han llevado a cometer errores", dijo como queriendo disculparse por las fuertes declaraciones que realizó hace sólo dos grandes premios contra las estrategias de Brawn para favorecer a su compañero, el británico Jenson Button; "esta vez lo hemos hecho muy bien. El coche ha funcionado a la perfección y he podido vivir este momento inolvidable".
Varias veces había encontrado Barrichello motivos para sentirse maltratado por su equipo con la intención de favorecer a Button. Ocurrió en Barcelona, donde, de golpe, descubrió que habían cambiado la estrategia de éste a dos paradas y habían dejado la suya en tres. Entonces lanzó un mensaje a Brawn: "Si no mantienes la igualdad, cuelgo el volante y me voy a casa". Sin embargo, su explosión más fuerte se produjo en Alemania. Después de ser líder, había perdido por una estrategia equivocada a tres paradas y ser superado por Button en el último repostaje. "Hemos demostrado cómo se puede regalar una carrera", sentenció.
Pero ayer Barrichello se reconcilió con su equipo y recuperó sus aspiraciones al título colocándose segundo en la clasificación, a 18 puntos de Button, y desbancando a Mark Webber (Red Bull), noveno. "Buen trabajo", le dijo Brawn. Y lo hizo. Porque nadie habría apostado por él cuando los dos McLaren coparon las primeras posiciones en la salida y él iba perdiendo tiempo en relación a Hamilton. Por detrás, Raikkonen se mantuvo siempre en un cómodo cuarto lugar mientras que Fernando Alonso (Renault) ascendió un puesto en la salida y, tras una brillante carrera, concluyó sexto, sin opciones para más.
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