Sesenta bodas bajo sospecha
La policía investiga enlaces de europeas con paquistaníes e indios en Girona - El precio del apaño es de 6.000 euros
"Hoy me has hecho perder 6.000 euros". Con esa frase admitió implicitamente la mujer que los recelos del cura Josep Ramírez, notario de la diócesis de Girona, eran ciertos: la boda con un emigrante que había acudido a celebrar era una ceremonia de conveniencia. El funcionario religioso les dijo que no. El Cuerpo Nacional de Policía investiga en Girona 60 matrimonios inscritos en los registros civiles entre finales de 2008 y 2009, según explicó ayer Antonio Bragado, jefe de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificaciones de la comisaría provincial. Muchos han sido oficiados en pequeñas parroquias.
Los agentes investigan enlaces de indios y paquistaníes con españolas y europeas. El precio del apaño oscila entre los 5.000 y los 6.000 euros, según la policía. Los matrimonios detectados en los últimos meses suponen un repunte significativo. "Hubo una remesa de uniones de conveniencia parecida hace seis o siete años, pero hasta ahora no había vuelto a ocurrir, aunque aún estamos investigando si son legales o no", matizó Bragado.
La diócesis dice que ha sido amenazada por no oficiar matrimonios
En las bodas entre estos extranjeros y españolas se repite un mismo patrón. Son mujeres de etnia gitana que residen en las zonas de Valencia y Castellón. "Pensamos que puede tratarse de grupos de amigas, que se dan la voz unas a otras", indicó.
Los agentes investigan si se trata de una red, con un cabecilla que concierte matrimonios también fuera de Girona. "Esto ocurre en Cádiz, Murcia, Levante y Cataluña. Ahora, el siguiente paso es cruzar los datos con el resto de comisarías y extraer conclusiones", explicó. La policía busca además a los intermediarios que se llevan un tanto por cada boda.
Los enlaces suelen oficiarse en pequeñas parroquias, algunas de las comarcas de la Garrotxa y de la Cerdanya, para no levantar sospechas. Los inmigrantes, en muchas ocasiones, no tienen papeles, o los que presentan están falsificados. "No podemos aceptar un matrimonio canónico que luego va a ser rechazado por el derecho civil", defendió ayer el notario de la diócesis, Josep Ramírez. Pero no todos lo ven de la misma manera. La negativa de algunos párrocos a casar a los inmigrantes ha llevado incluso a las amenazas.
"Más que los novios, que no suelen hablar ni catalán ni español, son los intérpretes los que plantan cara", deslizó Ramírez. Y contó que él ha sufrido amenazas en más de una ocasión. Una vez se negó a casar a un nigeriano con una española. "El intérprete se puso duro y me dijo que eso se hacía en otros lugares. Me llamó racista y me dijo que iba a denunciarme".
Cuando a una pareja se le impide casarse en el juzgado, reclaman al Ministerio de Justicia. De las 1.016 reclamaciones que recibió Justicia el año pasado, 577 fueron denegadas. Se sospechaba que pudieran ser matrimonios blancos, que es como se conoce en el argot policial las uniones por conveniencia. En 2007 se denegaron 449 peticiones de 648.
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