"Nos gritaban: '¡ETA os va a matar dentro de cuatro días y nos vamos a alegrar!"
Radicales 'abertzales' agreden a miembros del PP durante las fiestas de Burlada
"Hubo un momento en que creí que nos iban a matar". Pilar Valle, concejal del PP en la localidad navarra de Burlada, sufrió el pasado lunes, junto a varios compañeros de partido y escoltas, una agresión por parte de miembros de la izquierda abertzale durante las fiestas del municipio. Valle y dos escoltas acabaron heridos por los impactos de los objetos que les lanzaron. Concejales y equipo de seguridad soportaron que les amenazaran con gritos de "¡mirad bajo el coche!" o "¡dentro de cuatro días ETA os va a poner una bomba, os va a matar y nos vamos a alegrar!". Los populares de Burlada van a interponer una demanda la semana que viene contra al menos dos de los individuos que los atacaron.
"Si no es por los escoltas y los policías municipales, nos hubieran linchado"
Los hechos sucedieron a las seis menos cuarto de la tarde del lunes, durante una comida de calderetes organizada en el parque de la Nogalera, a la que también acudieron miembros de otros grupos políticos. Allí se congregaron unas 50 personas, 20 de ellas escoltas (diez de los cuales protegían a políticos del PP). También asistieron a la comida otros representantes populares, como el senador José-Cruz Pérez Lapazarán o el eurodiputado Pablo Zalba, que se marcharon antes del altercado.
Pilar Valle, que tiene un golpe entre los riñones y la columna y moratones en la cadera y la espalda, relató ayer a EL PAÍS como vivió lo sucedido: "Intentaron provocarnos con insultos durante todo el día. Nos pegaron ikurriñas en la ropa y nos rodearon en círculo impidiéndonos la salida. Nos hicieron fotos con el móvil por si los escoltas sacaban sus armas, cosa que no sucedió. Fue un ataque muy organizado pese a que todo pasó en diez minutos. Muchos de los que nos agredieron iban borrachos".
José Enrique Escudero, cabeza de lista y portavoz del PP en Burlada, coincide con su compañera de partido en que el ataque fue premeditado: "Eran 300 sin exagerar. Tenían las caras llenas de odio y no paraban de gritarnos y amenazarnos. Nos hubieran linchado si no llega a ser por los escoltas y por los policías municipales que vinieron a auxiliarnos. Les pedimos que se retiraran, pero no hacían caso. Cogieron varias sillas de madera, las nuestras incluidas, y nos las lanzaron. Voló de todo: barras de pan, botellas, utensilios de comida como parrillas y cucharas, cazuelas... Hasta nos tiraron melones, uno de los postres que regalaba el ayuntamiento".
Valle y las otras dos concejales populares de Burlada, María Luz Moraza e Inmaculada Egea, no se amedrentaron y ayer festejaron el día de la mujer de la localidad asistiendo a una misa cerca del mismo parque donde recibieron las amenazas. El próximo acto público al que pretende acudir el PP de Burlada, esta vez en conjunto, es la despedida de comparsas, gigantes y cabezudos que se celebrará hoy detrás del ayuntamiento. "Si piensas en lo que nos dijeron, la amenaza se materializa el viernes", recuerda Valle, bastante afectada.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, condenó ayer "rotundamente" en rueda de prensa el ataque a sus compañeros. Cospedal afirmó que "todo el PP de España está con ellos" y añadió que los hechos sucedieron por el único hecho de "pensar distinto y ser miembros del PP".
El Partido Socialista de Navarra difundió un comunicado en el que subrayó que los violentos y todo su entorno "nunca obtendrán rédito político alguno para la causa que dicen defender". Por su parte, el Gobierno foral también mostró su solidaridad con aquellos que sufrieron los golpes y recordó que "los pueblos de Navarra deben ser espacios de libertad y convivencia".
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