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Alud de normas municipales

Ordenanzas para todo

Los ayuntamientos aprueban normas de convivencia que apenas se pueden cumplir - Barcelona inspira a varios municipios para acotar la prostitución

Los ciudadanos de Maçanet de la Selva que tienen perros ya no podrán subir en ascensor con sus animales por higiene. La norma sorprende porque parece evidente que ningún policía la hará cumplir. Entre otras cosas, Maçanet no tiene cuerpo de Policía Local. Pero las limitaciones no merman el afán normativo. Tossa de Mar ha prohibido las relaciones sexuales en la playa y Tarragona, tirar la basura antes de las 20.00 horas. Los ayuntamientos se han afanado en regular convivencia con ordenanzas. Éstas son algunas de las más curiosas.

BARCELONA ¿Beber gratis?

Beber en la calle en Barcelona puede resultar caro: hasta 500 euros por vender una lata y otros tantos, por comprarla. El ramillete de sanciones no se acaba ahí: sorprender a alguien bebiendo vale 100 euros y hasta 500 si se tira una lata al suelo. La ordenanza, sin embargo, sirve de poco porque, por ejemplo, la plaza del Macba se siembra de noche de latas que compran jóvenes y venden paquistaníes, integrados en el paisaje de la ciudad. El Ayuntamiento dice que en 2008 hubo 37.248 denuncias por esas ventas.

La ordenanza de civismo, aprobada en 2006, provocó una enorme polvareda. Por un lado, los grupos más alternativos creen que está inspirada en las normas más restrictivas de Nueva York. Y, por otro, la oposición de CiU y PP dice que la ordenanza no sirve de nada porque no se cumple. Por ejemplo, Ciutat Vella está llena de pintadas (multas desde 750 euros); de gente que orina en la calle (podrían usar los baños de los bares y, sin embargo, se enfrentan a multas de 300 euros y entre 750 y 1.500 si lo hacen en parques o monumentos), y acampando (500 euros).

Nunca llueve a gusto de todos. Por ejemplo, los skaters sienten que han perdido su paraíso por el acoso de la Guardia Urbana, mientras muchos vecinos cruzan algunas plazas driblando a los patines que vuelan. La ordenanza nació, de hecho, con el fin de regular el espacio público tras los problemas vecinales con la prostitución. Los clientes y las mujeres -no pueden estar a menos de 200 metros de un colegio- se arriesgan a ser multados. "Lo que se pretendía es que nadie se adueñe de la calle", dice un portavoz municipal que recuerda que muchos ayuntamientos, como el de Lleida o La Jonquera, han copiado la ordenanza de Barcelona.

Los colectivos que defienden a las prostitutas sostienen que les multan con 375 euros sólo por estar en la calle y sin ofrecerse sexualmente. La realidad es que pocas veces las prostitutas, que ya copan La Rambla, las pagan. "Nadie ha dicho que la ordenanza sea una varita mágica, pero es un instrumento que sirve", señaló el mismo portavoz. En las playas, los bañistas se arriesgan a pagar entre 750 y 1.500 euros si se meten en el mar con bandera roja. Todo es regulable menos esto: se puede ir desnudo por la calle sin que pase nada.

TARRAGONA Una basura muy cara

El Ayuntamiento de Tarragona se centra en la puntualidad. Agentes de paisano de la Policía Local sancionan con hasta 1.500 euros a quienes tiren la basura a deshora. Sólo se puede hacer a partir de las 20.00 horas. La medida afecta también a los contenedores soterrados, que son vaciados sólo dos veces por semana. Las patrullas encargadas que ejercen ese control son conocidas por los vecinos como los detectives de la basura. La asociación de conceptos no se refiere a la dudosa efectividad de la norma, porque los contenedores del centro amanecen repletos en cualquier momento del día y con su consiguiente mal olor.

Ciertas ordenanzas también limitan la afición a coleccionar mascotas: se puede tener un máximo de tres animales domésticos por vivienda. Todo para evitar que los pisos acaben convirtiéndose en zoos. Pero no queda claro cómo puede perseguir la ordenanza a las especies que son fáciles de esconder. En el resto de la provincia, se supedita el número de gatos y perros a las condiciones higiénicas del hogar. La medida trata de acotar el fenómeno de las defecaciones de mascotas en la vía pública, auténtico vía crucis de Reus.

El Consistorio de la capital del Baix Camp se vuelca, además, en eliminar la publicidad fuera del espacio reservado. Más de un centenar de reusenses fueron multados en 2008 con 220 euros por intentar vender su vehículo a la tradicional manera de adherir el cartel de Se vende a la luna del automóvil. La Policía Local insiste en que los propietarios de los coches no tienen permiso para hacer algo así. Y el resguardo de la multa lo deja claro. Los guardias escriben en el papel: "Venta ambulante".

Hay otras infracciones derivadas de esta norma. Ramon Sans es un anciano a quien el Hospital Sant Joan de Déu pospuso varios meses una revisión de prevención del cáncer. Indignado, aplicó sus quejas sobre un cartel el verano pasado con este mensaje: "El hospital aplaza los controles de los enfermos crónicos. ¿Faltan médicos?". Con su protesta a cuestas recorrió la ciudad y en la plaza del Mercadal apoyó su irritación sobre un pórtico. La sanción fue de 300 euros y Sans reclamó. El Consistorio ratificó la multa porque la exposición en la calle de una pancarta como aquella se considera publicidad.

GIRONA 750 euros por orinar

Si los dos jóvenes hubieran ojea-do la ordenanza de civismo, quizá todo habría sido distinto. Ahora se enfrentan a una multa de hasta 750 euros por orinar desde un puente de Ripoll (Ripollès) al río Ter. Dos agentes les pillaron in fraganti. "No ponemos muchas multas de éstas, pero si te los encuentras tienes que denunciarlo", dijo una policía. La historia no se acaba ahí: los jóvenes de la población han convocado para el sábado una orinada popular en protesta.

Tossa de Mar (Selva) se extiende más en sus vedas. En la playa está prohibido el sexo, los masajes, las trenzas, el tarot, la videncia o hacer nudismo si no está autorizado. El equipo de gobierno de CiU aprobó la norma este mes y desde entonces se han acabado las despedidas de soltero. Se hace saber que el que grite, cante, pite y genere alboroto en su última noche de libertad se expone a una multa de 400 euros. "De momento, disuadimos", dijo la edil de Turismo, María Teresa Moré. Todo, en aras de la "paz" y la "tranquilidad".

Girona se planteó una medida un tanto exótica al querer obligar a los dueños de perros a sacar a sus animales 20 minutos al día a riesgo de ser multados con hasta 400 euros. El edil de Medio Ambiente, Enric Pardo (ICV), dio marcha atrás pero mantuvo la prohibición de que los perros se pasen seis horas atados. Maçanet de la Selva ha ido más allá y prohíbe a los perros ir en ascensor.

Otra ordenanza de difícil aplicación es la de prohibir la prostitución en lugares públicos de La Jonquera (Alt Empordà). Desde julio, los agentes multan tanto a las meretrices como a sus clientes con hasta 3.000 euros. Han puesto 25 denuncias. "Hemos logrado que se vayan del casco urbano, pero siguen en los polígonos y en los aparcamientos", dijo el primer teniente de alcalde, Josep Maria Serra (CiU). El objetivo es erradicar su presencia por completo. En Sant Julià de Ramis (Gironès) también las multan con una sanción simbólica: 90 euros. Pero según el alcalde, Narcís Casassa (PSC), funciona. Los guardias empezaron a denunciar la semana pasada. Desde entonces, han emigrado "cuatro o cinco" que ejercían en el municipio. El Ayuntamiento aún no cuenta con una ordenanza específica que prohíba la prostitución y ha recurrido a la de civismo sobre orden público para multar. "Son un peligro para la seguridad ciudadana porque están en dos cruces", defiende Casassa. En septiembre, el Ayuntamiento prohibirá explícitamente la prostitución.

LLEIDA Barquitos prohibidos

En Lleida ciudad hay multitud de normas que sorprenden por la dificultad de aplicarlas. Es el caso de la ordenanza sobre limpieza viaria y de gestión de residuos, que ordena tirar la basura entre las 21.00 y las 23.00 horas, y a separar los residuos según los contenedores a riesgo de ser multado con hasta 2.000 euros. La ordenanza nació con polémica: la redactó ICV y su entonces socio de gobierno, el PSC, alertó de que ningún urbano vigilaría si los ciudadanos la cumplían. No se ha puesto a día de hoy ninguna multa.

El tema de las basuras no es una excepción: la policía tampoco puede dedicar tiempo a vigilar si alguien escupe o da de comer a animales en la vía pública. Hay otras curiosas prohibiciones: que los niños jueguen con barcas en espacios acuáticos no destinados a tal fin; extraer musgo de las zonas boscosas; colgar ropa en lugares visibles; situar elementos que "agredan la estética urbana" o regar plantas fuera de hora. Por todos estos hechos se puede ser multado con hasta 600 euros.

Una de las prohibiciones más polémicas ha sido la de la prostitución en la calle, multada con 3.000 euros tanto para las "trabajadoras sexuales" como para sus clientes. Desde febrero hasta ahora sólo se ha sancionado a un cliente. La tarea no es fácil para los agentes y las prostitutas se han trasladado a poblaciones como Torrefarrera o Alcarràs, donde se han copiado la ordenanza. Por el momento, no han multado a nadie.

Entre las obligaciones que las autoridades de turno encargan a las policías locales sorprende la última iniciativa del Ayuntamiento de Solsona, que ha anunciado una campaña "contra los excrementos de caninos en la vía pública". En este caso, la Policía Local, además de informar a los ciudadanos sobre las obligaciones respecto a sus mascotas, se verá obligada a llevar encima bolsas de plástico para ofrecérselas a quienes paseen a sus perros.

Esta información ha sido elaborada por Ferran Balsells, Rebeca Carranco, Àngels Piñol y Dàmaris Torrado

GIANLUCA BATTISTA

Las medidas más polémicas

- Barcelona quiso clausurar los prostíbulos situados a menos de 200 metros de escuelas, iglesias e instituciones. La restricción sólo se impondrá a los de nueva creación.

- En Maçanet de la Selva se prohíbe a los perros subir en ascensor y sólo se permite tener en los pisos a dos perros, dos gatos y dos hurones.

- En Tossa de Mar se multa mantener relaciones sexuales en la playa y celebrar fuera de tono las despedidas de soltero.

- Tarragona multa con 1.500 euros tirar la basura antes de hora. En cambio, los contenedores soterrados se vacían sólo dos veces por semana y huelen mal.

- Dos jóvenes se enfrentan en Ripoll a una multa de 750 euros por orinar desde un puente. Un grupo de jóvenes ha organizado una 'orinada' popular en señal de protesta.

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