Aún Gaza
El señor Ben-Dror Yemini en su artículo del día 1 de agosto ¿Cuántos civiles murieron en Gaza? nos propone un acercamiento peculiar a la Operación Plomo Fundido como si su justificación fuera una cuestión de detalle menor, de si el número final de víctimas palestinas conocido y su condición social en Gaza son los correctos, pasando por alto cualquier encuadre de esa operación en el acoso sistemático del Estado israelí a la población palestina. ¿Ante la explosión de una bomba hay muertos buenos y muertos malos? ¿Saben diferenciar eso las bombas?
No obstante, toda su explicación le sobra al autor cuando añade el eximente de que otros ejércitos occidentales en conflictos similares también incluyen entre sus víctimas a la población civil.
Y en otros escenarios -cabría recordarle- hay quienes responden a agresiones semejantes inmolándose con bombas en medio de la población civil, sin que ello justifique si un suicida palestino decidiera explotar con una bomba en un autobús en Tel Aviv.
Ninguna razón, y menos la sinrazón, pueden justificar la sinrazón.
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