Alcanar reclama el cierre de las nucleares de Tarragona
Cerrojazo a las tres nucleares de Tarragona en un plazo de dos años. Es la reclamación expresada el jueves por el Ayuntamiento de Alcanar (Montsià), la primera alcaldía de Tarragona en realizar una petición de esta magnitud. El pleno municipal de la localidad aprobó una moción en la que pide al Ministerio de Industria que no renueve la licencia de explotación de las centrales nucleares Ascó I, Ascó II (Ribera d'Ebre) y Vandellòs II (Baix Camp), propiedad de Endesa e Iberdrola.
La votación reflejó bloques políticos que casan poco con lo que propugnan las direcciones de esas mismas formaciones: el PSC y el PP se abstuvieron en la moción, que salió adelante gracias al apoyo de ERC y CiU. La dirección convergente mantiene una postura próxima a las tesis pronucleares y la posibilidad de cerrar reactores ha generado serias controversias en el seno del partido socialista.
Las plantas tienen un permiso de explotación vigente hasta julio de 2010 (Vandellòs II) y octubre de 2011 (Ascó I y II). El Consistorio de Alcanar solicita formalmente que ambas dejen de operar cuando este permiso caduque, lo que ocurrirá dentro de 30 meses. La petición desvela que ha empezado la batalla entre ecologistas y pronucleares frente a la inminente renovación de la licencia de Vandellòs, cuyos preparativos ya está ultimando el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La máxima autoridad en materia atómica deberá evaluar el funcionamiento de la central para notificar a Industria si debe o no permitir que siga operando. El ministerio tendrá la última palabra y por ello Alcanar le solicita que no extienda su periodo de actividad. Lo mismo cuando llegue el turno de Ascó. Para entonces las plantas tendrán 29 y 23 años de antigüedad, bastante menos que los 40 años de vida útil para los que fueron diseñadas.
Récord de incidentes
Alcanar justifica este desfase por la cascada de incidentes y averías que acumulan los tres reactores. Ambos suman cerca de la mitad de incidencias que las nucleares han notificado al CSN este año y seis de cada 10 de las que se notificaron en 2008. Además en estas centrales han ocurrido los incidentes más graves de la industria nuclear española. Vandellòs recibió la multa más elevada impuesta a una central nuclear en 2005: 1,6 millones por quebrantar los procedimientos de seguridad. Ascó I superó ese techo este mismo año: 15,4 millones de sanción por la fuga radiactiva que ocultó al CSN.
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