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La UE protege las focas

Canadá recurre el veto a todos los derivados del animal

Los países de la UE aprobaron ayer la normativa que prohíbe la comercialización dentro del mercado comunitario de productos derivados de la foca. Las nuevas reglas contemplan exenciones para que aborígenes como los esquimales inuits puedan continuar la caza tradicional y para la captura limitada de este animal que, por razones de gestión de las especies marinas, se lleva a cabo en algunos países nórdicos. Y prohíbe todo lo demás.

El veto incluye las importaciones de productos derivados de foca, por lo que sólo se permitirá la entrada en la UE de este tipo de artículos con carácter "excepcional" para los bienes personales de los viajeros o de sus familias. En concreto, prohíbe la "comercialización, la importación, el tránsito o la exportación de productos derivados de la foca" en todo el territorio comunitario.

El reglamento se refiere a productos, transformados o no, derivados u obtenidos de las focas, entre ellos la carne, el aceite, la grasa, los órganos y las pieles. La compraventa de cualquier artículo elaborado a partir de pieles de foca queda vetada, sean "pieles en bruto, curtidas o adobadas, incluso aquellas ensambladas en napas, trapecios o presentaciones análogas", según recoge el texto. En la práctica, esto supone que no se podrán vender en el mercado comunitario, ni exportar artículos como bolsos, abrigos y gorros, ni botas o guantes utilizados por los motoristas, esquiadores y boxeadores. Tampoco estarán permitidos los productos parafarmacéuticos como los compuestos por ácidos grasos Omega 3 de este origen.

Canadá, primer país cazador de estos mamíferos marinos, ya ha anunciado que recurrirá ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). El ministro canadiense de Comercio Internacional, Stockwell Day, aseguró ayer que su país está "muy descontento" con la decisión comunitaria. La titular de Pesca, Gail Shea, lamentó esta victoria de quienes denominó "grupos profesionales antifocas".

Este animal, y especialmente la despiadada muerte a la que someten a las crías para obtener sus pieles, se ha convertido en uno de los iconos del movimiento ecologista internacional.

Un cazador canadiense se dispone a matar a palos a una foca.
Un cazador canadiense se dispone a matar a palos a una foca.EFE

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