La UE negociará el ingreso de Islandia por la vía rápida

Los Veintisiete dieron ayer el primer paso para la futura integración de Islandia al pedir por unanimidad a la Comisión que prepare un dictamen sobre la candidatura del país nórdico. La decisión fue tomada a los dos días hábiles de que Reikiavik presentara oficialmente su solicitud, en contraste con lo que se ha hecho esperar a otros países. Las negociaciones sobre las políticas económicas, agrícola y de pesca se presentan muy duras. El Gobierno islandés espera ser miembro de la UE en 2012.

El Ejecutivo isleño presentó oficialmente su solicitud de adhesión a la UE el jueves, y este lunes ha obtenido los parabienes de los Veintisiete, que por unanimidad han invitado a la Comisión a elevar su opinión sobre la ambición y la preparación islandesas. Todo ha ido tan a velocidad de vértigo, que algunos países han hecho notar el feo que se hace a los aspirantes balcánicos, que ven desde una cola inmóvil avanzar a Islandia hacia la integración por la vía rápida.

"No va a haber atajos, pero es cierto que el camino a recorrer es más corto, lo que no quiere decir que vaya a ser fácil", hizo notar ayer Carl Bildt, ministro de Exteriores de Suecia, país que ocupa la presidencia de la Unión este semestre. Especular con el calendario es ahora gratuito. Finlandia y algún otro país expresaron su deseo de que la Comisión emita un veredicto favorable sobre la candidatura isleña antes de que acabe el año. Hasta ahora, el caso más rápido llevó 14 meses.

Pero también hubo reticentes, como Francia, que querría acompasar el orden de respuestas al de solicitud (lo que supone que Islandia no pase por encima de Montenegro o Albania) y que hizo notar que mientras no haya Tratado de Lisboa no tiene sentido hablar de nueva ampliación. Con el vigente Tratado de Niza sólo puede entrar ya Croacia. España pidió que las negociaciones con Islandia no vayan en detrimento de las pendientes con los Balcanes.

Olli Rehn, el comisario de la Ampliación, insistió en que la solicitud islandesa será tratada de forma rigurosa, y evaluó en dos tercios -22 de los 35 capítulos que se negocian- los asuntos en que ya hay comunidad de políticas entre la isla y la Unión en virtud de la pertenencia de Reikiavik al Espacio Económico Europeo (con efectos sobre competencia, ayudas de Estado y comercio) y al espacio Schengen.

Política de pesca

Rehn aventuró que "la Unión Económica y Monetaria y las políticas agraria y de pesca no están cubiertas y serán importantes focos de negociación" en el proceso que debe abrirse una vez la Comisión emita su dictamen favorable y lo sancionen de nuevo los Veintisiete.

Islandia se ha resignado a solicitar su ingreso en la UE en busca de cobijo ante la crisis, pero lo ha hecho a regañadientes y por un solo voto de la mayoría necesaria en el Parlamento, lo que augura un complicado referéndum de adhesión.

Los islandeses son muy celosos de su singularidad y riqueza pesqueras, uno de los principales motivos para estar fuera de la UE, y ahora temen por ellas. "No es sólo una cuestión de economía, sino de emociones, que tienen que ver con la soberanía", explica su ministro de Exteriores, Össur Skarphédinsson.