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Condenados dos serbobosnios que quemaron a 142 civiles

Isabel Ferrer

Milan y Sredoje Lukic, dos primos serbobosnios que lideraban un grupo paramilitar autodenominado Águilas Blancas, fueron condenados ayer a cadena perpetua por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia por uno de los crímenes más horrendos que recuerdan sus jueces. En junio de 1992, y en dos ataques sucesivos, encerraron a unos 142 niños, mujeres y ancianos musulmanes en sendas casas a las que prendieron fuego después. Quemados vivos dentro, los pocos que trataron de escapar fueron abatidos a tiros. Los hechos, calificados por la fiscalía de "ejemplo claro de limpieza étnica", ocurrieron en Visegrado, al este de Bosnia.

La pareja siempre ha negado su participación en el crimen. De hecho, a Sredoje Lukic, de 48 años, le impusieron 30 años de reclusión porque no pudo probarse que estuviera presente en uno de los ataques. Milan Lukic, de 41 años, sí pasará el resto de su vida entre rejas. Durante el juicio, los testigos señalaron que las mujeres retenidas por la pareja "solían ser violadas y torturadas, una vez que sus esposos, padres, hermanos e hijos habían sido asesinados". Patrick Robinson, el presidente de la sala que los condenó, calificó sus actos de "crueles más allá de lo imaginable y con total desdén por la vida humana".

Los Lukic escucharon el fallo sin inmutarse. Milan fue arrestado en Argentina en el verano de 2005, donde residía. Sredoje se entregó a las autoridades serbias ese mismo año, tras una larga estancia en Rusia. Hasta entonces, formaban parte del grupo de prófugos más buscado por la justicia internacional.

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