Por una interprofesional sólida

Tras días de movilizaciones del sector lácteo gallego, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino dio un paso que no puede tener marcha atrás. Convocó y arbitró la Mesa Interprofesional Láctea, en la que se alcanzó un preacuerdo. Con esto se cumple la primera exigencia de los sindicatos, que demandamos desde hace meses: el inicio de la adopción de medidas que garanticen un precio de la leche en origen que cubra los costes de producción. Ése fue precisamente el primero de los puntos acordados: un precio de la leche fijado en base a índices objetivos que toma como referencia el precio en Francia más la diferencia de transporte.

España se sitúa así a la par de países comunitarios como Francia y Bélgica con políticas de precios homologados que garantizan una retribución justa al productor. Estas medidas tuvieron resultados inmediatos, además de dotar a su sector ganadero de las garantías necesarias para su competitividad futura. Resulta evidente que el precio homologado no es la única medida que debemos exigir. Paralelamente es imprescindible implementar ayudas directas para los productores, en la misma línea que se hizo en otros sectores, una medida que deberá ratificar la Xunta de Galicia la próxima semana, más allá de las meras declaraciones de intenciones de los últimos días. Además, igual que sucede en otros países europeos, exigimos que se impida que entre en España leche por debajo de su precio de producción y que se acabe con la práctica poco transparente de los pagos retroactivos, que impiden cualquier planificación por parte del ganadero. Queremos que se garantice que toda la leche producida en España tenga mercado; es inadmisible que la industria cree excedentes artificiales de leche en Galicia para bajar los precios y aumentar así sus márgenes comerciales.

Es imprescindible implementar ayudas directas para los productores

En estas circunstancias, las administraciones tienen que velar por el cumplimiento de los acuerdos, y si no fuese así, no tendremos más remedio que continuar con las denuncias y las movilizaciones sindicales. De nada sirve un acuerdo si no se cumple. La situación de las familias que viven de la leche no permite vacilaciones ni titubeos.

Roberto García es secretario general de Unións Agrarias