Víctimas del sistema sanitario
Todos somos víctimas del sistema sanitario. La irreparable muerte de un bebé acaecida en un hospital madrileño deja claro que la falta de seguridad del paciente está a la orden del día. No es la primera vez que sucede. Son cosas que se ven venir, de las que se habla cuando ocurren, pero que por sí solas no propician un cambio radical en el sistema sanitario hacia una política encaminada hacia la seguridad del paciente.
Es más fácil a toro pasado que los políticos de turno se apresuren a señalar las posibles responsabilidades, olvidándose de las suyas propias. Porque éste no ha sido sólo el error de una enfermera. Ha sido el error de todo un sistema que se ve incapaz de dar soluciones globales.
Cabe preguntarse por qué la circulación vial, que se cobra por desgracia un número de víctimas al año, está tan reglamentada y, sin embargo, en materia de seguridad clínica ni siquiera está reglamentado el número máximo de pacientes según su grado de complejidad que debe atender una enfermera. Y eso teniendo en cuenta que estudios recientes colocan las cifras de víctimas de errores médicos muy por encima de las de las víctimas por accidente de tráfico.