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Crítica:Feria de San Fermín
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ayer hubo verdad

El año pasado por estas fechas un toro de Dolores Aguirre fue devuelto al corral, después de una faena inmensa y vibrante de Joselillo. Ayer casi sucede lo mismo. En el último toro, un pavo de 625 kilos, con unos pitones como puñales, otra vez Joselillo trazó un curso de gesto de torero valiente. Inició la faena con las dos rodillas en tierra dando derechazos estallantes. Puso a la plaza de pie. Luego, dando distancia al toro, vinieron los pases con las dos manos, realizados de manera larga y llenos de emoción y de verdad. Cada serie, llamando al toro de lejos y aguantando las embestidas, era una muestra embraguetada de cómo son los toreros bravos. Un valiente estaba dictando una lección de valor y entrega. Sufrió un revolcón por estar toreando de cerca, sin mentiras. Otra vez, como el año pasado, repito, los aceros le traicionaron. No quisieron que ese muchacho tan entregado en la plaza pamplonesa saliera por la puerta grande. Si a ese toro le llega a matar medianamente bien, se hubiera ganado a ley las dos orejas y la puerta grande.

Aguirre / Marín, Mora, Joselillo

Toros de Dolores Aguirre: muy bien presentados con un gran juego excepto el cuarto, manso perdido.

Serafín Marín: metisaca y estocada contraria (silencio); dos pinchazos, media atravesada -aviso- y descabello (silencio).

David Mora: estocada bada (silencio); estocada caída (ovación).

Joselillo: estocada baja (oreja); pinchazo -aviso-, estocada tendida, pinchazo hondo, un descabello -aviso-, cuatro descabellos (gran ovación). Pasó a enfermería

Plaza de Toros de Pamplona, 11 de julio,. 7ª de abono. Lleno

Más información
Limpio encierro, cargado de emoción

Toreros como éste tienen que pechar con las corridas duras, en tanto las figuras (algunas de filfa y capulí) no las quieren ver ni siquiera en vídeo. Las corridas duras, como la de ayer, las tienen que lidiar los toreros modestos, con su punto de compulsiva desesperación. Ellos mantienen la poca y, a la vez, gran verdad de esta gran mentira que han tejido las figuras y la legión de muñidores que les jalean.

La ganadera de Berango (Vizcaya) Dolores Aguirre, llevó a Pamplona una gran corrida. Ayer sí Pamplona se pareció a la Pamplona de la Feria del Toro.

Serafín Marín no tuvo la suerte de cara. Además pechó con el mansísimo de la corrida.

David Mora dejó un poso de torero de calidad. Atesora unas buenas muñecas. Tiene gusto. Sueña con ser torero de exquisita torería. Ayer exhibió momentos muy bellos. Repartió en pequeñas dosis acentos de muñeca templadora. Lástima que se pasara de faena en el quinto de la tarde.

Después de asistir a corridas como la de ayer, con sus grandes luces y alguna sombra, todo hay que decirlo, uno echa la mirada atrás y vuelve a poner en su memoria a los relumbrones del toreo quienes sólo han matado alguna corrida dura alguna vez cuando empezaron. Después, todo ha sido un camino de rosas: aféitame ese toro, esa ganadería no que es muy dura, quiero toros bobones, sin fuerza, a poder ser que se caigan un poco, etc, etc. Pero es verdad que algún día la posteridad les escatimará los favores que muchos de los críticos contemporáneos les dispensaron. Y en alguna ocasión habrá que decirles a esos muñidores: no pongáis a nadie una cororna de laurel demasiado grande, o le caerá en torno del cuello como un cepo.

David Mora en el momento de ser volteado cuando recibió su segundo toro a porta gayola.
David Mora en el momento de ser volteado cuando recibió su segundo toro a porta gayola.LUIS AZANZA

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