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Oyarzabal contempla un retraso de la moción

El emplazamiento del PNV fue ayer un cierto bálsamo para el PSE-EE, al desplazar en parte el foco de la atención mediática, totalmente fijado en ese partido y su decisión sobre la moción de censura en Álava. Pero le hace más difícil justificarla. Para el PP, el efecto fue el contrario, porque quería justamente cenrar en ella la atención como modo de presión sobre el PSE, a sólo siete días de plazo para registrar la iniciativa en este período de sesiones. Su secretario general, Iñaki Oyarzabal, no dejó que la cuestión pasara a segundo plano, al señalarla como la prueba del nueve de la " sinceridad" del PNV, y emplazándole a "desvincular su ofrecimiento de la moción de censura en Álava". Dejó claro también que, de no producirse ahora, la aspiración de su partido a coger el relevo de los nacionalistas en el Gobierno foral no decaerá: pasará al período de sesiones "siguiente, o al siguiente", dijo, dando a entender que será una cuestión permanentemente abierta.

La moción alavesa es una decisión envenenada para el PSE-EE. La oposición de su organización provincial, con Txarli Prieto al frente, deja aparentemente como única salida una decisión de la ejecutiva de Euskadi, que sería una enmienda a la totalidad a la apuesta de 2007, la que condujo al PNV al poder foral y propició el intercambio de apoyos en la Diputación y el Ayuntamiento. Prieto no tiene margen para presentar como propia una moción para la que ha repetido en público que no ve motivos objetivos en la gestión del PNV.

Para este partido, la postura de los socialistas alaveses es una gran ventaja: si el PSE termina secundando la moción del PP, la presentará como una actuación frentista, adoptada por la ejecutiva vasca, cuyo máximo responsable es Patxi López, y éste quedará expuesto a la acusación de desestabilizar desde su condición de lehendakari a otras instituciones clave en el entramado del país.

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, eludió opinar sobre si la moción de censura tendría esos efectos desestabilizadores. Las relaciones entre el Gobierno y la Diputación alavesa son, "hasta donde yo sé, normales", indicó. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, señaló que todo depende "de un acuerdo sólido" con el PP, que "hoy por hoy, no está cuajado. Estamos en los preliminares y está por ver qué sale", añadió. Oyarzábal, por su parte, declaró que su partido tiene "plena confianza en que el PSE está de acuerdo en impulsar el cambio en Álava".

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