Bares eléctricos
Los petardos de la pasada verbena son como el disparo de salida para el verano, esa época de ropas estrafalarias, pies al desnudo y comidas frías. Curiosamente, también son el comienzo de una estación en la que el consumo eléctrico se dispara a medida que suben las temperaturas, y si no que se lo pregunten a los damnificados del famoso apagón de hace unos años, cuando la ciudad parecía un aparcamiento de grupos electrógenos.
La luz eléctrica comenzó en Barcelona con la central de la calle de Mata, en el Poble Sec, la primera que abasteció a los afortunados propietarios de una bombilla. Aquello fue un alivio y pasó a ser símbolo de modernidad. Eso explica que, a medida que llegaban nuevas centrales a los barrios, algunos comerciantes bautizaran sus negocios con la palabra mágica. Ahí estuvo, por ejemplo, el bar Elèctric de la carretera de Sants con Galileo, célebre en los años veinte por el peligro que tenía su terraza. Lo que ahora es una sucursal bancaria, en 1921 fue testigo de un tiroteo en el que un desconocido, sin mediar palabra, se lió a tiros con la parroquia; mató a una ancianita y dejó heridos de pronóstico reservado a un tranviario, un anciano, dos padres de familia y un vecino de Sant Gervasi que nadie supo explicar qué hacía allí, el pobre.
Hubo otro bar con este nombre en el Poblenou, sin localizar todavía. Más fácil resulta encontrar el bar Electricitat, uno de los más antiguos de la Barceloneta -en la plaza del Poeta Boscà-, decorado con fotografías de merenderos desaparecidos. Fue fundado en 1907, junto a la primera nave transformadora que tuvo el barrio. Otro ejemplo de esta pasión por el voltaje es el bar Elèctric de la Travessera de Gràcia, donde muchas noches se puede asistir a un concierto. El Elèctric incluso dio nombre a un disco de Pascal Comelade editado por la discográfica G3G.
Pronto Barcelona estará echando chispas, con el asfalto reblandecido por el calor. Y ahí seguirán los bares eléctricos para calmar nuestra sed de luz. Como diría Rafael Metlikovez, "¡luz, luz y taquígrafas!".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La última apuesta de Petro: salario mínimo histórico, reforma laboral en marcha y ley de financiamiento por decreto
La presidenta Sheinbaum afronta la tragedia del Tren Interoceánico como remate de un año “complicado”
El descarrilamiento del Tren Interoceánico alimenta las críticas de la oposición y señalamientos contra el proyecto
Detenido un implicado en el homicidio de Carlos Manzo que participó en el chat donde se planeó
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Trump anuncia la destrucción de una instalación de producción de drogas en Venezuela
- Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
- Alain Aspect, Nobel de Física: “Einstein era tan inteligente que habría tenido que reconocer el entrelazamiento cuántico”
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social




























































