"Su madre apaga ahora un incendio"

Josep Lluís Otero vestía traje y atendía a una llamada de negocios al móvil frente al autocar cargado de niños al que acababa de subir su hija, de 10 años. En los cinco minutos que le quedaban antes de volver corriendo a la empresa bancaria en la que trabaja, Otero explicaba el pasado jueves que la madre, piloto de helicóptero, aún andaba más ajetreada que él en estos primeros días de vacaciones de su hija. Su mujer, explicaba, estaba apagando un incendio veraniego en el Bages justo en el momento en que la niña emprendía el camino hacia un pueblo cercano a Sau, donde participa en una de las primeras colonias de inglés que la Fundación Pere Tarrés ha organizado este verano. La conciliación, pues, será difícil en esta familia, excepto los escasos días de agosto durante los que coincidirán las vacaciones de sus tres integrantes.

"Ahora mi hija va de colonias y cuando vuelva participará en un casal de verano que montamos la asociación de empleados de mi empresa", explicaba Otero, que añadía que ya es el cuarto año que la niña participa en la estancia lingüística de la Pere Tarrés. "Disfruta de las vacaciones y aprende inglés, así que matamos dos pájaros de un tiro", decía el empleado de banca. "No tiene muchos problemas para relacionarse con los compañeros de colonias porque es muy abierta", añadía Otero.

Los planes de estos padres para poder conciliar su vida familiar y laboral miran más allá de este verano. "Cuando sea mayor, nos gustaría que la niña vaya a Inglaterra, a hacer de au pair, para que siga mejorando su inglés", explicaba el ejecutivo el jueves pasado. Y, raudo, emprendió el camino de vuelta a la oficina cuando hubo mandado el último saludo a su hija.