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La Cámara abre con López los plenos de control que pidió desde la oposición

El 'lehendakari' se entrevistará el día 1 con Zapatero en La Moncloa

El Parlamento celebró ayer el primer pleno de control al Gobierno, que debió suspender el viernes pasado por el asesinato de Eduardo Puelles. Fue otra primera vez para el Ejecutivo de Patxi López, y para él mismo como lehendakari, que debió responder a dos cuestiones. Pero también para la propia Cámara, que hasta ahora no ha tenido sesiones específicas, separadas de las de debate de iniciativas legislativas, para el control del Gobierno.

Se materializó así una histórica aspiración de la oposición, en la que el Grupo Socialista fue particularmente insistente, y a la que anteriores Gobierno se resistieron siempre, supeditándola a la reforma global del Reglamento de la Cámara. Ese hecho ha producido una consecuencia principal: que el partido que desde la oposición más peleó por contar con ese instrumento vaya a ser ahora el objeto del control, y que quienes se opusieron cuando gobernaban se conviertan en los principales beneficiarios de su existencia. "Estábamos plenamente convencidos cuanto lo propusimos y cuando se acordó éramos ya plenamente conscientes de que podía tocarnos estar en el Gobierno a nosotros", dijo el ahora consejero de Interior, Rodolfo Ares, uno de los parlamentarios que más se batió por los plenos de control . "Van a ser muy útiles y van a aumentar la transparencia e información sobre la gestión del Gobierno", añadió. Todos los demás grupos, PNV, PP y Aralar, coincidieron en sus apreciaciones a este periódico: la Cámara gana en inmediatez en el tratamiento de los temas y, por tanto, en conexión con la actualidad que está en la calle.

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La dinámica anterior retrasaba mucho la llegada a pleno de las preguntas e interpelaciones. Además, se programaban a la cola de los asuntos a debate en cada sesión, casi siempre a la tarde del viernes, cuando la atención de parlamentarios y periodistas era mínima. Ayer todo cambió. Para empezar, sus señorías tenían que estar en los escaños a las 90.30 para constituir el pleno. Para seguir, había interés no sólo por ver cómo se desenvolvía el Gobierno en su estreno, sino también en cómo lo hacía el primer partido de la oposición, el PNV, igualmente bisoño en un papel que nunca ha desempeñado en treinta años. Fue una sesión novedosa para todos, en la que el recién estrenado Ejecutivo tuvo que medirse con siete interpelaciones y ocho preguntas. Resultó una sesión de tanteo y guante blanco, a la que no llegaron los ecos externos del enfrentamiento por los actos que sucedieron al asesinato de Eduardo Puelles, en la que el PNV desaprovechó alguna oportunidad y el PP protagonizó los momentos más incisivos. Los consejeros de Educación, Isabel Celaá y Vivienda, Iñaki Arriola, resultaron los más claros y contundentes en las cuestiones sectoriales.

El lehendakari se vio emplazado a dos cara a cara por sendas interpelaciones: una del PNV sobre la política de desarrollo autonómico y transferencias, y otra de Aralar sobre el "diálogo político". En la primera cuestión, López avaló la exposición que el miércoles realizó en comisión la portavoz, Idoia Mendia, sobre los planes del Gobierno: intención "radical" de completar las transferencias sin renuncias, junto con el abandono de la política anterior del "todo o nada" y la apertura a la reforma del Estatuto si hay consenso. "No es la vaca sagrada que no se puede tocar", dijo. En la segunda, el lehendakari decepcionó a Aralar al señalar que, por delante del "diálogo político sin exclusiones" que le pedía el grupo abertzale están las prioridades de la paz y de la crisis económica. Habrá ese diálogo, que ya ha comenzado con sus encuentros con los máximos dirigentes de los partidos, dijo, pero requerirá "tiempo", se dará siempre dentro de los parámetros que marca la legalidad y no incluirá a "quienes no usan las herramientas de la democracia" y, por tanto, "se autoexcluyen" de ella, advirtió, en referencia a Batasuna.

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Precisamente el lehendakari se entrevista el miércoles en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que será su primer encuentro oficial, aparte del que compartieron en la capilla ardiente ardiente del asesinado Eduardo Puelles, el viernes pasado. Previsiblemente, la cita servirá para entrar en detalles sobre el desarrollo estatutario, sobre el que ya han comenzado a trabajar el equipo de Mendia con el el ministerio que dirige Manuel Chaves.

El<b><i> lehendakari </b></i>sigue desde su escaño la intervención del peneuvista Gatzagaetxeberria.
El lehendakari sigue desde su escaño la intervención del peneuvista Gatzagaetxeberria.L. RICO

En el campo del PSE

El cambio en el registro del debate parlamentario sobre el autogobierno parece hecho. En la Cámara se ha hablado tres veces en dos semanas de desarrollo del Estatuto de Gernika y transferencias. Atrás quedan las definiciones de "carta otorgada", las actas de defunción y las iniciativas para su sustitución sin consenso. El primer cara a cara del lehendakari, con el peneuvista Ricardo Gatzagaetxeberria como interpelante, lo dejó patente. "Lo que le pedimos es que lo haga bien, que el desarrollo se haga debidamente; que aproveche el capital político de los acuerdos de la Cámara en 1993 y 1995 y los gestione con diligencia y con rigor" dijo el parlamentario del PNV. "Le agradezco el tono y el contenido de su intervención, porque podemos coincidir en buena parte de ella", le respondió el lehendakari, sin ocultar su satisfacción por ese paso al campo de juego del PSE-EE.

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