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Marruecos fuerza al CNI a retirarse del norte del país

El servicio secreto cerrará en julio su 'antena' de Tetuán

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio de espionaje español, echa el cerrojazo en el norte de Marruecos. En julio cerrará su antena [delegación] en Tetuán, la capital del antiguo protectorado español, que dirigía un coronel secundado por un comandante de artillería.

La clausura es achacable a presiones marroquíes, según fuentes diplomáticas españolas en Rabat, aunque otras fuentes, allegadas al servicio secreto, aseguran que se trata de una reestructuración de su despliegue en Marruecos. El CNI reforzará en breve su presencia en Rabat.

Los dos militares españoles, acreditados oficialmente en Tetuán ante sus homólogos marroquíes, se han despedido estos días. El coronel tenía previsto dejar el puesto este verano, pero no así su adjunto, que pensaba prolongar su estancia a las órdenes de un nuevo jefe. El comandante recibió, no obstante, la orden de hacer las maletas. Ninguno de los dos será sustituido.

Tetuán era para los agentes del CNI, adscritos al Consulado de España en la ciudad, un punto de observación de todo lo que se mueve alrededor de Ceuta, del radicalismo islamista -la mayoría de los autores del 11-M son originarios de allí- y de la emigración clandestina hacia la Península.

Por ahora, Rabat no ha formulado ningún reproche, ni siquiera velado, a la labor del CNI en Tetuán. Sí se muestra crítico con los supuestos intentos del Ministerio de Justicia español y del servicio secreto de alejar a los musulmanes de la vecina Ceuta del rito malekita vigente en Marruecos.

Hace tres meses, el jefe del CNI en Nador, ciudad adyacente a Melilla, fue expulsado por Rabat. Esta antena para el Rif, que llegó a tener dos agentes, fue definitivamente cerrada en marzo. El suboficial del Ejército que la dirigía estaba también adscrito al Consulado de España, pero no acreditado ante los servicios secretos marroquíes, que, no obstante, le toleraban.

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Tras aquella expulsión, varias publicaciones oficialistas marroquíes acusaron al CNI de financiar en Nador a Chakib al Khayari, que desde su Asociación Rif Derechos Humanos señaló la implicación de "instituciones del Estado" en el narcotráfico, principal fuente de riqueza del Rif.

"De esos pronunciamientos de Al Khayari", reza el sumario que sirvió para procesarle, "se ve con nitidez que su actuación y, sobre todo, las declaraciones a la prensa extranjera contra las autoridades marroquíes afirmando que no realizan esfuerzo alguno para luchar contra la droga, fueron hechas a petición (...) de los dos diplomáticos que trabajan para el CNI" en Nador cuyos nombres recoge el documento.

Acusado de "ofender al Reino de Marruecos", Al Khayari fue condenado ayer a tres años de cárcel por un tribunal de Casablanca. El CNI siempre negó haber sufragado a este militante de los derechos humanos, pero la mera presencia de la inteligencia española en el norte del país pone nerviosas a las autoridades.

Por eso después de Nador le ha llegado el turno a la antena del CNI en Tetuán. Su cierre "reviste más trascendencia que el de Nador", según un diplomático español. La zona que cubría tiene mayor relevancia estratégica, su jefe, mayor graduación, y era además interlocutor oficial de la DGED y la DST, el espionaje exterior y el contraespionaje de Marruecos.

Pese a la buena relación política entre Madrid y Rabat, episodios como éstos demuestran la desconfianza y los recelos existentes a la hora de cooperar.

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