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Una mujer exculpa a su pareja, que la secuestró y le rompió el peroné

Una mujer que fue supuestamente secuestrada durante tres días por su marido, que también le propinó una paliza que le fracturó el peroné, se retractó anteayer en la Audiencia de Lleida y declaró que todas las lesiones se las había producido en un accidente de moto. El fiscal, que pide 11 años y medio de cárcel contra el hombre, ha pedido ahora que la mujer también sea acusada por falso testimonio, lo que podría acarrearle una pena de dos años.

La mujer no tenía obligación legal de declarar contra su esposo, en aplicación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, pero si lo hace está obligada a decir la verdad, como todo testigo que acude a un juicio y que es advertido de ello. El caso es que la mujer quiso testificar y relató que las lesiones se las produjo a causa del accidente. Antes, ya había retirado la denuncia contra su marido, al que la fiscalía acusa de lesiones, detención ilegal y violencia doméstica.

Por si no hubiera sido bastante haber sufrido la supuesta agresión y el secuestro de su esposo, la fiscalía reclamó del tribunal que actúe contra la víctima por falso testimonio. Ese delito se castiga con penas de hasta dos años de cárcel si no perjudica al acusado y deberá ser el tribunal el que acuerde dirigirse al juzgado de guardia para iniciar un proceso penal contra la mujer.

Los hechos juzgados en la Audiencia de Lleida ocurrieron el pasado 12 de enero en el domicilio de la pareja. La fiscalía sostiene que ese día ambos iniciaron una discusión y el hombre tiró a la mujer al suelo y le propinó varias patadas. Le ocasionó varios hematomas y fractura del peroné. Después le impidió salir de casa durante tres días, la dejó encerrada en el dormitorio y la privó de su teléfono móvil, de las llaves del piso, de la tarjeta de crédito y del permiso de residencia.

La víctima pudo escapar a través de una ventana y refugiarse en casa de unas amigas. Unos días más tarde, el acusado se puso en contacto con ella y le pidió que le acompañara a Barcelona para visitar a unos amigos, a lo que ella accedió. Al regresar a casa, volvieron a discutir, el marido la insultó de nuevo y en un momento de descuido ella consiguió llamar a los Mossos d'Esquadra, lo que enfureció al acusado. "Cuando llegue la policía", le dijo en tono amenazante, "les dices que estás bien y que se vayan, pues de lo contrario empezaré una guerra y mataré a todos los policías".

En octubre de 2008, el acusado ya fue condenado por lesionar a su esposa en otra discusión. En el juicio de anteayer negó todos los cargos y hasta afirmó que amaba a su esposa. Los acusados tienen derecho a no decir la verdad.

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