Aguirre anuncia déficit en las cuentas públicas hasta 2013
El Ejecutivo sitúa el déficit presupuestario en 553 millones, tras ver rebajados en 935 millones sus ingresos fiscales
El Gobierno vasco necesita 553 millones para llegar a diciembre. Como muchas familias y empresas, que están sufriendo el deterioro de sus ingresos por culpa de la actual recesión, el Ejecutivo se va a tener que apretar el cinturón en un 5% de su capacidad de gasto este mismo año, debido a la caída de la recaudación de impuestos, por segundo año consecutivo.
El mordisco en las cuentas públicas está siendo considerable. Los ingresos no llegan para cubrir los 10.470 millones en que se fijaron los presupuestos en función de las previsiones de recaudación hechas en 2008. A fecha de hoy faltan 553 para llegar a esa cantidad, y eso después de utilizar los remanentes de tesorería.
Pero el impacto real de la caída de la recaudación en las cuentas es superior. Aguirre lo cuantificó ayer en 935 millones, de los que 500 proceden de la previsión errónea de ingresos por impuestos con la que se elaboró el actual presupuesto, más 435 millones de la caída en la recaudación real. Aplicando los 382 de remanentes que el anterior Gobierno dejó, sale un agujero de 550 millones.
El consejero estima que el Gobierno podría elevar su deuda hasta el 10%.
O se ahorra, o en caso contrario el Gabinete de Patxi López cerrará su primer ejercicio con déficit. Y, según dijo ayer el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, será el primero pero no el último. "El déficit acompañará al sector público hasta después del año 2013", superada incluso la recesión, explicó durante su primera comparecencia en la Comisión de Economía del Parlamento vasco para exponer las líneas generales de su departamento.
En cualquier caso, quiso dejar claro que los "recortes" presupuestarios en ningún caso van a afectar ni a las medidas sociales de carácter extraordinario adoptadas para paliar los efectos de la crisis, ni para el resto de políticas sociales básicas, como sanidad o educación, y tampoco a las que afectan a la financiación de las empresas.
En este contexto, Aguirre evitó sacar a relucir cualquier previsión optimista. "La recesión llegará hasta mediados de 2010, para luego empezar a notarse crecimientos del PIB muy lentos y -al menos hasta 2012- por debajo del 2%", adelantó.
La situación es delicada porque los distintos departamentos del Gobierno ya han hecho un primer "peinado" de gastos superfluos, a petición del consejero de Hacienda, y apenas han logrado ahorrar 60 millones. La explicación es que el anterior Gobierno del ex lehendakari Juan José Ibarretxe, ( PNV, EA y EB) aceleró, como no lo había hecho en los diez años anteriores, la ejecución del presupuesto, dejando sin demasiado margen de maniobra al equipo entrante.
El problema ahora es que los plazos corren y el próximo 7 de julio, Aguirre tiene que facilitar a todas las consejerías el tope de gasto disponible en 2010 para que empiecen a elaborar los presupuestos. "Para entonces tenemos que saber qué pasa con esos 553 millones", destacó el consejero ante los parlamentarios. Pero no es su único problema. "La caída de la recaudación se sitúa en la actualidad en el 16,8%, aunque el cierre se podría quedar en una caída de entre cinco y ocho puntos", advirtió. Cada punto supone unos 87 millones menos de ingresos fiscales.
Una de las primeras preguntas que le formularon al consejero fue por qué no echaba mano, para cubrir el agujero con los abultados remanentes de tesorería que la anterior vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, exhibía para sacar lustre a una contabilidad pública de déficit cero, y que en alguna ocasión había cifrado en más de 1.600 millones. Aguirre explicó que cuando el Ejecutivo de Patxi López tomó posesión, los remanentes de tesorería que había en las arcas de su departamento habían encogido desde los 1.625 millones hasta los 382. El Gobierno tripartito, también acuciado por la caída de ingresos, echó mano en su última etapa de 1.243 millones para cuadrar las cuentas, financiar varias ampliaciones de crédito en sanidad y educación, dotar con urgencia al Instituto Vasco de Finanzas, y para un fondo de imprevistos.
"El drama para el Gobierno y para el resto de las instituciones públicas es que el próximo año comenzaremos de la misma manera", advirtió Aguirre, pero sin remanentes de tesorería. Un drama al que, no obstante, quiso quitar hierro asegurando que las instituciones vascas pueden recurrir a la deuda pública "sin ningún problema", gracias al bajo nivel de endeudamiento que dejó el anterior Ejecutivo.
El consejero reconoció que las finanzas públicas vascas están muy saneadas, "ya que sólo tiene un 1,3% de deuda viva sobre el PIB, lo que permite al Gobierno endeudarse hasta incluso el 10%" y así actuar como "estabilizador" de la economía.
En cualquier caso se mostró partidario de adoptar acciones coordinadas y adelantó que su primer paso va a ser invitar a la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) al próximo Consejo Vasco de Finanzas. En ese momento hizo un llamamiento a las diputaciones y ayuntamientos para trabajar en la búsqueda "coordinada y leal" de un pacto presupuestario de carácter interinstitucional.
El consejero adelantó también en su primera toma de contacto con la Cámara que el Ejecutivo va a utilizar el Instituto Vasco de Finanzas, puesto en marcha apresuradamente por el anterior Gobierno, como "coordinador" de todas las operaciones de endeudamiento y "brazo instrumental de las políticas de apoyo financiero a las empresas". Tras la comparecencia, el consejero viajó a Madrid para iniciar la discusión con el Administración central sobre una discrepancia de 35 millones en la liquidación del Cupo correspondiente al pasado ejercicio, que las instituciones vascas reclaman a su favor.
El parlamentario del PNV Ricardo Gatzagaetxebarria recurrió a un comunicado para preguntar al Gobierno si tiene intención de poner en marcha alguna iniciativa contra la crisis, más allá de las impulsadas por el anterior Gabinete tripartito, como la línea de ayudas financieras de 500 millones de euros a autónomos, empresarios individuales y pymes.
Caída en picado
- Presupuestos. Los presupuestos de este año los presentó el tripartito con una previsión de ingresos de 10.487 millones. Faltan 553.
- Cuentas de 2008. La caída de la recaudación a partir de septiembre pasado obligó a destinar 500 millones de los 1.625 de remanentes de tesorería para cuadrar las cuentas.
- Ajuste 2009. El tripartito vuelve a tirar de remanentes para ajustar el presupuesto: 380 millones ampliaciones de créditos para sanidad y educación, 180 para el Instituto de Finanzas, 183 al fondo de contingencias.
- Ajuste 2009. Las reservas caen a 382 millones, con lo que los desajustes recaudatorios sitúan actualmente el déficit en 553 millones.
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