"Busco trabajo de lo que sea"

"La empresa va a aguantar hasta julio, así que es mejor que vayas buscándote la vida". Nada más oír estas palabras en boca de uno de sus jefes, Luismi, 33 años, programador y técnico informático, no perdió el tiempo y se puso a mirar en las ofertas de Internet. No aspira a demasiado; se contentaría con mantener su salario actual, unos 18.000 euros anuales. Las entrevistas de trabajo no están entre sus actividades favoritas. "Me cuesta tener que venderme, sería mejor que decidieran con el currículum; ahí viene todo", explica instantes después de apuntarse a un par de ofertas en la séptima edición de la Feria de Empleo de San Sebastián, celebrada entre ayer y hoy en el Centro Municipal de Empresas Innovadoras.

Alberto, 29 años: "Me había formado como soldador, ganaba bien. Ya ves"

Sobre la convocatoria de este año sobrevuela la sombra de la recesión. Se ofertan apenas 500 puestos en esta edición frente a los 1.500 de la pasada, según explicó el consejal de Desarrollo Económico, Enrique Ramos. El gerente de la sociedad municipal Fomento San Sebastián, Euken Sesé, precisó que se ha detectado un incremento del número de candidatos con respecto a ediciones anteriores y que se espera sobrepasar con creces las mil solicitudes de 2008. Sesé quiso destacar una mayor demanda entre mujeres que estaban fuera del mercado de trabajo y que desean incorporarse al mismo para reequilibrar el presupuesto familiar después de que su cónyuge se quedara en el paro. Las novedades de este año incluyen un pequeño estudio instalado para que los interesados puedan crearse un currículum en formato vídeo.

Los asistentes buscan primero entre el tablón de anuncios algo que se adapte a su perfil. "Busco trabajo de lo que sea", relata Alberto Barroso, 29 años. La crisis le ha obligado a hacer un paréntesis en su prometedora carrera como soldador. "Había apostado por esto, me formé para ello, cobraba bien. Ya ves", se lamenta mientras apunta las referencias de las ofertas para operario y limpiador. Todavía le quedan siete meses de paro por cobrar: "Eso está para cuando la cosa está complicada. Prefiero trabajar. Tengo una hipoteca".

"Lo siento, para esta oferta piden dominar el euskera", explica la recepcionista a Gloria, dominicana de 37 años. Ella dejó un cómodo trabajo en la ventanilla de ventas de una compañía aérea en su país por el sueño europeo. Como tantos, ha tenido que ajustar sus expectativas a la dura realidad, trabajando en el sector de la limpieza. "Me he apuntado a la oferta de cajera en la Fnac. A ver si sale", suspira.

De las cerca de 50 empresas que participan en la feria, 30 realizan entrevistas allí mismo. En la cuarta planta, las caras impacientes predominan entre los que esperan para intentar cautivar al entrevistador. La persona que atiende en el puesto de Azafatas de Navarra se muestra sorprendida por el perfil de algunas de las personas que se postularon a sus puestos: "Vino una periodista con 15 años de experiencia en medios. En cuanto le expliqué que esto era más bien para trabajos esporádicos, vio que no era lo suyo y se fue".