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Los médicos abren un frente por la objeción a la ley de muerte digna

El colegio andaluz pide que la norma regule el derecho a actuar en conciencia

A los presidentes de los colegios de médicos andaluces sigue sin gustarles del todo la futura ley de muerte digna. El Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, que integra a los ocho presidentes, celebró ayer un pleno extraordinario para analizar el texto y del encuentro salió un comunicado en el que los representantes de los colegiados instan a la Junta a desarrollar fórmulas que hagan viables la objeción de conciencia a algunas de las obligaciones que impone la ley a los profesionales.

Sin esta regulación, según los médicos, la norma "nacería necesariamente rota" en uno de sus pilares "si se impidiera la resolución de conflictos éticos".

La Junta, sin embargo, no se plantea acceder a esta pretensión, que ya fue formulada por el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos en una reunión mantenida en septiembre del año pasado con la Consejería de Salud para debatir el anteproyecto de ley. El departamento que dirige María Jesús Montero considera que la objeción no tiene cabida en el articulado de la ley. Entre otras razones, porque sólo el Estado podría regularla.Fuentes de Salud insistieron también ayer en que todos los derechos y obligaciones que recoge la ley están dentro de lo que el código deontológico de la Organización Médica Colegial (el organismo que representa a los médicos colegiados de España) considera "buenas prácticas clínicas". De todas formas, la Consejería de Salud sostiene que si un médico alega problemas de conciencia en un caso concreto y se niega a cumplir algún artículo de la norma podría pedir la opinión del comité de ética del centro o acudir a los tribunales.

Pero para evitar que estos casos afecten al enfermo, la futura ley contempla que la institución sanitaria (pública o privada) responsable de la atención del paciente debe disponer los medios necesarios para garantizar el respeto a los derechos del paciente. Es decir, sería el centro el que tendría que buscar a otro médico que atienda la voluntad del paciente y no obligar al enfermo a cambiar de hospital para ver cumplidos sus derechos, como ocurrió con Inmaculada Echevarría, que tuvo que abandonar la clínica religiosa en la que estaba ingresada desde hacía una década para conseguir que le retiraran el respirador artificial.

Los presidentes de los colegios andaluces, sin embargo, creen que la norma, tal y como está redactada ahora, "corre el riesgo de poder encorsetar" a los profesionales de la medicina a la hora de tomar decisiones "trascendentales". Por eso consideran que la inclusión de fórmulas que puedan resolver las dudas de conciencia "es un derecho que el médico necesita como medio de asegurar la independencia de su ejercicio y el propio valor de sus actos". La regulación de este derecho no implicaría, aseguran, "menoscabo de las garantías del paciente".

La imposibilidad de objetar es el único pero que han puesto al proyecto de presidentes de los colegios de médicos. Cuando hace unos meses debatieron el anteproyecto criticaron también las sanciones que contempla el texto para los profesionales que incumplan sus obligaciones, pero esta vez parece que han dado por válidos los cambios que a este respecto ha hecho Salud (que mantiene las sanciones, pero las recoge en el texto de forma más genérica). Los médicos aplauden "el esfuerzo" de la Junta para mejorar los cuidados paliativos, aunque piden una presencia "más explícita" de los colegios de médicos en los comités de ética de los hospitales.

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