Moción de censura de la derecha contra Sócrates
José Sócrates, primer ministro portugués y líder del Partido Socialista, derrotado en las europeas del domingo, afrontará el primer desafío poselectoral con una moción de censura. El 17 de junio, la Asamblea de la República discutirá la iniciativa, presentada por el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP) y que, probablemente, contará con los votos del Partido Social Demócrata (PSD), ganador de las elecciones del domingo. Los votos de ambos grupos conservadores serán insuficientes para ganar, pero útiles para erosionar a un gobernante herido en la recta final de la legislatura. Será la cuarta moción de censura contra Sócrates (dos de la izquierda y una de la derecha). Todas fueron derrotadas por la mayoría absoluta socialista.
Acosado por la izquierda y la derecha, Sócrates afrontará unos meses difíciles hasta las elecciones legislativas, previstas para después del verano. En sintonía con su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder portugués considera un "abuso" que la oposición pretenda "transformar las elecciones europeas en legislativas" y cuestione la legitimidad del Gobierno.
Excepción portuguesa
En una Europa escorada a la derecha, Portugal es la excepción. En las elecciones europeas, los partidos a la izquierda del Partido Socialista (PS) obtuvieron el 23% de los sufragios. Es decir, casi uno de cada cuatro portugueses votó por la izquierda considerada radical. Es cierto que el PS ha sufrido un claro retroceso de 17,9 puntos en relación con las europeas de 2004, lo que ha permitido la victoria del bloque conservador, que suma el 40,1% de los votos, 6,8 puntos más que en 2004. Pero la izquierda, en conjunto, supera el 50%.
Llama la atención el ascenso del Bloco de Esquerda (BE), fundado en 1999 a partir de tres grupos de extrema izquierda (de origen maoísta y trotskista). En nueve años, el BE ha multiplicado por siete su caudal electoral, desde el 1,5% al 10,73% del domingo. Hoy es la tercera fuerza política de Portugal y ha colocado a tres diputados en la Eurocámara. La imagen antisistema cultivada por algunos dirigentes ha dado paso a una cara más responsable. Miguel Portas, cabeza de lista y eurodiputado electo, ha dicho que su partido quiere ser Gobierno y está preparado. El Partido Comunista Portugués, el más ortodoxo y más votado de la Unión, se ha quedado con el 10,66%, porcentaje nada desdeñable que le convierte en el cuarto partido.
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