Argilagos continúa sin ser localizado y el juzgado se plantea ordenar su búsqueda

Julián Argilagos es el tercer imputado en el caso Balenciaga. De hecho, está en el centro de este culebrón. Según el escrito de la Fiscalía, Mariano Camio llevó a cabo una gestión "gravemente dañosa" para la Fundación Balenciaga y la Sociedad Berroeta Aldamar con el fin primordial de "enriquecer" al arquitecto cubano, con quien "mantenía una intensa relación sentimental". Su declaración será fundamental en la causa, pero de momento se antoja complicada. Estaba previsto que compareciera el próximo lunes, pero no ha podido ser citado oficialmente, ya que el juzgado no ha logrado localizarle. A las malas, tendría que dictar una orden de búsqueda y captura para que diera con él la Interpol.

En cualquier caso, Argilagos estuvo ayer de alguna manera presente en Azpeitia, porque fue el objeto de muchas de las preguntas dirigidas a Camio, quien sostuvo que no mantiene contacto con él. El abogado del ex alcalde de Getaria aseguró que todos los pagos realizados a Argilagos "están soportados en trabajos realizados por el arquitecto". "Es decir, lo que hizo no ha tenido que volverse a contratar", como sostienen las acusaciones.

Argilagos también está acusado por la Fiscalía de administración desleal, así como de intrusismo profesional. Camio, con el beneplácito de la Fundación Balenciaga, le contrató para ocuparse del proyecto arquitectónico del museo Balenciaga, pese a que no contaba con el título homologado en España. En este punto, el ex alcalde defendió su actuación, alegando que es frecuente en grandes obras. Argilagos, según defendió, dibujó la idea y luego un arquitecto homologado en España firmó el proyecto. Y puso como ejemplo de una situación similar la de Frank Gehry como autor del museo Guggenheim de Bilbao.

A la espera de si Argilagos acude o no a declarar como imputado, la instrucción del caso Balenciaga se espera larga, según avanzaron ayer tanto la acusación como la defensa.