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El Gobierno formará la mesa de diálogo social pese al portazo de ELA

Adolfo Muñoz rechaza la iniciativa por la presencia en ella de la patronal

Pedro Gorospe

El Gobierno seguirá adelante con su compromiso de constituir la mesa de diálogo social, y lo hará con los agentes que deseen participar en ese foro -de momento, la patronal Confebask, y los sindicatos CC OO y UGT-, a pesar de que la central mayoritaria, ELA, comunicó oficialmente ayer al lehendakari Patxi López que se autoexcluye. Una negativa a la que previsiblemente se sumará hoy también LAB.

El Ejecutivo está convencido de que, en la actual situación económica, con una tasa de paro que supera el 10%, una media de cinco expedientes de regulación de empleo al día y una profunda crisis de consumo que ha frenado en seco la producción industrial, la mesa de concertación es más necesaria que nunca.

"Es inaceptable que la minoría sindical pueda validar las decisiones"

El mismo argumento utiliza el sindicato nacionalista ELA para defender todo lo contrario y justificar su rechazo esa iniciativa. "No tiene ningún sentido sentarse en la misma mesa en la que está una patronal que no va a dar nada a los trabajadores, porque todo lo que pide se lo ofrecen los Gobiernos y, además, tiene capacidad de veto", declaró el secretario general del sindicato, Adolfo Muñoz, al salir de Lehendakaritza.

Tras dos horas de reunión sin concesiones a la distensión, y cuando todavía resonaban los ecos de la huelga general del pasado día 21 con la que los sindicatos nacionalistas recibieron al nuevo Ejecutivo, ELA comunicó al lehendakari que, además de no participar en su iniciativa, no la van a considerar vinculante, porque sólo sirve, en su opinión, para legitimar acuerdos con la minoría sindical. "La patronal instrumentaliza el miedo para mejorar su situación". "Y a pesar de eso, el Gobierno ha dicho que en la mesa de diálogo se pueden firmar acuerdos con la minoría sindical", criticó Muñoz.

El sindicato nacionalista considera casus belli los convenios en minoría, es decir, acuerdos de la patronal con sindicatos minoritarios que puentean a la mayoría. Es una actuación que durante años han utilizado UGT y CC OO para desbloquear la negativa sistemática de ELA a firmar convenios sectoriales, también en el sector público, y en algunos casos de grandes empresas.

Muñoz calificó de "importante" la cita con el Gobierno, pero a renglón seguido calificó de "inaceptable" que legitime un ámbito de interlocución "donde la minoría sindical puede validar las decisiones".

El portazo anunciado de ELA no cogió desprevenido al Ejecutivo, que esperaba esa decisión por el contenido de las declaraciones previas a la cita. Sorprendió algo más la escenificación de la ruptura. Los portavoces de ELA rechazaron explicar el contenido de la reunión en la sala institucional preparada para ello, y eligieron las escaleras exteriores de acceso a la Presidencia del Gobierno vasco, como muestra de desvinculación total con el Ejecutivo. A pesar de la frialdad del encuentro, los dirigentes del sindicato entregaron varios documentos con propuestas laborales, fiscales y sociales a sus interlocutores gubernamentales.

El sindicato LAB acudirá hoy por la tarde a la cita con el lehendakari. La secretaria general del sindicato abertzale, Ainhoa Etxaide, le pedirá que explique "las respuestas" que va a dar a "los miles y miles de trabajadores" que tomaron parte en la huelga general convocada el pasado 21 de mayo. López se habrá entrevistado antes con el diputado general Vizcaya, el peneuvista José Luis Bilbao, que encabezado en los últimos días la ofensiva del su partido contra el Gobierno con los asuntos del blindaje judicial del Concierto Económico y la no obtención para Bilbao de la sede de la Fuente Europea de Espalación de Neutrones.

El <b><i>lehendakari</b></i> saluda a Adolfo Muñoz, ante el resto de los miembros del sindicato y del Gobierno presentes en la reunión.
El lehendakari saluda a Adolfo Muñoz, ante el resto de los miembros del sindicato y del Gobierno presentes en la reunión.L. RICO

Sin mesas paralelas

La mesa de diálogo social no tendrá ninguna vía paralela, como plantea ELA. En ese foro se reunirán los sindicatos, la patronal y el Gobierno, y allí, en todo caso, se modelarán los acuerdos en materia laboral. Será una mesa multilateral en la que no cabe ninguna estación intermedia, ni de propuesta ni de verificación, en la que se encuentren quienes no aceptan la presencia de Confebask; es decir, ELA y LAB. Aunque todavía no están decidido su diseño final ni la más que previsible constitución de apéndices sectoriales, todos los agentes tienen claro que ha de ser un foro para, a partir de los mismos datos, tomar medidas que mejoren el empleo y la calidad del mismo, o reduzcan la temporalidad y la siniestralidad en el trabajo.

En lo que coinciden todos los sindicatos es en su rechazo a negociar un abaratamiento del despido. Tampoco han gustado demasiado las declaraciones de José María Vázquez Eguskiza, presidente de la patronal vizcaína, Cebek, cuando la pasada semana pidió "trabajar más por el mismo coste" y, en consecuencia, reducir y quitarle trascendencia al tiempo de ocio.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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