Las administraciones destinan este año 140 millones de euros para combatir la pobreza

La Administración no ha tenido este año más remedio que corregir sobre la marcha los presupuestos ante la fiereza de la crisis, que va dejando en situación delicada a muchas personas que hasta ahora no habían necesitado recurrir a los servicios sociales. La Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona han destinado este año al menos 140 millones de euros para combatir los efectos de la pobreza. El Gobierno catalán aprobó ayer gastar 59 millones para ayudar a pagar el alquiler a personas en riesgo de exclusión social.

La partida beneficiará a 28.000 unidades familiares con dificultades para mantener su piso alquilado. El Gobierno había previsto invertir inicialmente 39 millones, pero ayer decidió destinar 20 más. No es ésa la única ayuda de la Generalitat. El Departamento de Acción Social y Ciudadanía, dirigido por Carme Capdevila, está ultimando el contrato programa con municipios y los Consejos Comarcales, que incluirá las ayudas sociales de todo tipo, entre ellas las destinadas a erradicar la exclusión social. El presupuesto no está cerrado este año, pero se prevé que será mayor que el de 2008, que fue de 143,6 millones.

La Fundación Pere Tarrès pide ayuda para niños con riesgo de exclusión

La Diputación de Barcelona, por su parte, ha destinado 30 millones a fomentar la ocupación en personas que se han quedado sin empleo y a mitigar los efectos que el paro causa sobre el conjunto de las familias. Consciente del impacto devastador de la crisis, el Ayuntamiento de Barcelona ya ha presentado un plan contra la pobreza. La partida para 2009 es de 53 millones.

Las principales ONG también han elaborado planes para afrontar la crisis. Es el caso de la Cruz Roja, que tras atender a 800.000 personas en 2008, el 9,7% más que en 2007, anunció ayer que destinará a partir de septiembre 400.000 euros para un plan que beneficiará a 10.000 personas, en su mayoría un nuevo perfil de usuarios atrapados por la crisis. La idea es repartir lotes con comida para una semana: alimentos e higiene para bebés, material escolar y ayudas para el alquiler. Un portavoz de la Cruz Roja afirmó que el presupuesto no está cerrado. En parecidos términos se pronunció el portavoz de Cáritas Barcelona. La ONG de la Iglesia católica gastó en 2008 unos 15,5 millones en atención social. El 87% de sus ingresos son donaciones, por lo que su presupuesto es vivo y de ahí la dificultad de hacer el desglose. La misma fuente puntualizó que se espera estar en parecidas cifras que en 2008. Las peticiones se han disparado para atender las necesidades básicas y el pago de alquileres. La crisis ha incidido en los donativos: han disminuido los más altos y viceversa.

Por su parte, la Fundación Pere Tarrés, que atiende a niños en riesgo de exclusión social, presentó ayer una campaña para conseguir donativos y más monitores. La fundación, que hace 10 años ya lanzó la campaña Ningún niño sin colonias, cuenta con una red de 20 centros en Barcelona por los que pasan 3.000 niños y jóvenes. Un tercio procede de servicios sociales. La demanda ha crecido y la fundación necesita más recursos. Su presupuesto es de 29 millones de euros y sólo el 7,5% procede de subvenciones.