Los sindicatos exigen explicaciones a Montilla por pedir la reforma laboral
CC OO acusa al presidente de "alinearse con los más conservadores"
La sucesión de declaraciones de miembros del Gobierno catalán, incluido su presidente, José Montilla, favorables a la introducción de reformas en el mercado de trabajo español y en el funcionamiento de las relaciones laborales han puesto en guardia a los sindicatos.
Comisiones Obreras de Cataluña las ha encajado con "malestar y profunda preocupación", porque suponen "alinearse con las viejas recetas más conservadoras de algunos sectores empresariales". Unión General de Trabajadores de Cataluña subraya, por su parte, la voluntad de "no entrar en polémica" con el presidente Montilla, por lo que pide "aclaraciones". Pero al mismo tiempo admite "no haber entendido qué se esconde tras sus palabras" y resalta que no le gustaría "que (la Generalitat) se situara del lado de los más conservadores".
En estos términos se expresaron ayer los respectivos secretarios generales de CC OO y UGT de Cataluña, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, respectivamente. Más que sorpresa, en su voz había cierto desconcierto. El presidente de la Generalitat les había citado a ambos la semana pasada, para una cena en la que abordar la evolución y las perspectivas futuras de la situación económica actual. Fue parte de una serie de encuentros de carácter más o menos informal que Montilla mantiene con los dos cada mes o dos meses. "Montilla no mencionó para nada ninguna reforma laboral en ese encuentro", coincidieron en señalar Gallego y Álvarez. Este último añadió: "si estuviera abiertamente por una reforma, es seguro que nos lo habría dicho".
Una reforma laboral -reclamada de forma generalizada por los empresarios, aunque según las patronales y foros se pone énfasis mayor en unos u otros aspectos, y a la que el Gobierno central hace oídos sordos- no entra dentro de las funciones y competencias de la Generalitat.
"Estamos hablando de normativa básica", recordó el secretario general de CC OO de Cataluña, a quien le cuadraría que Montilla intentara marcar distancias con las posiciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. "Si tiene diferencias, que no use a los trabajadores como arma", advirtió Joan Carles Gallego, quien asegura: "de lo que nos gustaría que Montilla hubiera hablado en el Círculo de Economía es de lo que sí puede hacer la Generalitat", en alusión a la mejora de la Formación Profesional, del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC), de las políticas industriales más activas o del favorecimiento de avales del Instituto Catalán de Finanzas (ICF).
"Yo no he visto ninguna propuesta concreta, sólo comentarios más que ambiguos... porque ¿qué significa abaratar el coste del empleo, exactamente? No lo entendemos", apuntó, por su parte, Josep Maria Álvarez, para quien la "rigidez" en la negociación colectiva a la que aludió Montilla sólo puede detectarse de forma aislada en algunos convenios de ámbito estatal.
Castells y Carod también
Éstos son algunos de los pronunciamientos de los últimos días realizados por miembros del Gobierno catalán.
Primero fue el consejero de Economía, Antoni Castells, que el jueves pasado, en Sitges, reclamó para España "reformas de fondo". No las detalló. Sí dijo que todos "sabemos cuáles son" y que requieren consenso. "Uno gobierna para hacer lo que conviene, no pensando en ganar elecciones".
Al día siguiente, el viernes y también en Sitges, el presidente de la Generalitat, José Montilla, bajó a la concreción: debe dejarse para más adelante el debate sobre un abaratamiento del coste del despido a través de un nuevo contrato porque ahora, en crisis, sería difícilmente aceptable para los sindicatos, dijo, pero sí cree que ya es momento de abordar cambios en la "rígida" negociación colectiva y de priorizar los acuerdos "singulares" entre empresas y trabajadores, más allá de los convenios.
El domingo, el vicepresidente Josep Lluís Carod Rovira señaló que es necesario abordar una reforma laboral. "Todos deben cambiar", dijo. Los empresarios, "de acuerdo con los nuevos tiempos que corren". Y los sindicatos, para romper con sus "tics conservadores".
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