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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Herbert F. York, pacifista converso estadounidense

El físico trabajó en el equipo que fabricó las bombas atómicas

De posibilitar la creación de la bomba atómica a trabajar enardecidamente para evitar la proliferación de armas nucleares, la del profesor Herbert Frank York fue una vida del siglo XX, decisiva para la guerra fría y su tenue desvanecimiento en el cambio de siglo. Este físico falleció en un hospital de San Diego (California) el 19 de mayo, a los 87 años.

Nacido el 24 de noviembre de 1921, en Rochester (Nueva York), ostentó diversos altos cargos en los Gobiernos de presidentes como Ike Eisenhower o John Kennedy. Fue uno de los primeros científicos en advertir de que la escalada nuclear de EE UU no lo convertía en un país más seguro. En su libro La carrera hacia la inconsciencia (1970) dijo que el blindaje armamentístico del país sólo había generado una competición absurda con la URSS. "Desde el final de la II Guerra Mundial, el poder militar de EE UU ha crecido de forma constante, mientras nuestra seguridad nacional ha decrecido rápida e inexorablemente. Igual le pasa a la URSS".

Esta profecía la hizo 10 años antes de que Ronald Reagan llegara a la Casa Blanca y lanzara su Guerra de las Galaxias, y 30 años antes de que el islamismo radical atentara contra Washington y Nueva York. York temía entonces que llegase al poder un presidente "preprogramado" para lanzar la bomba o un Gobierno que delegara esta decisión en un ordenador que detectara cuando el enemigo estuviera a punto de atacar. Durante el resto de su carrera estuvo probablemente contento de haberse equivocado.

Antes de su encendida defensa del desarme, trabajó con el equipo que hizo posibles los desastres de Hiroshima y Nagasaki. Se licenció por la Universidad de Rochester en 1943, y siguió estudiando en Berkeley, donde conoció al profesor Ernest Lawrence, que ensambló el primer ciclotrón de protones. De ahí pasó a trabajar en el muy secreto Proyecto Manhattan, con científicos como Robert J. Oppenheimer o Albert Einstein, para desarrollar la bomba atómica antes que la Alemania nazi.

En su autobiografía aclaró que su participación en la construcción de la bomba no fue muy relevante, pero alabó la labor de aquel equipo por acabar la II Guerra Mundial con los bombardeos del Pacífico. "No sólo completamos el proyecto. Además ganamos la guerra", escribió.

Tras doctorarse en Física por Berkeley, fue director del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore entre 1952 y 1958. Allí impulsó el desarrollo de armas poderosas, como la bomba de hidrógeno. De allí pasaría a liderar la agencia de investigación tecnológica del Pentágono, bajo la presidencia de Eisenhower. Mientras estuvo en el Departamento de Defensa se convirtió en un pragmático pacifista. Más adelante se justificaría. "York acepta que hemos cometido una serie de errores en las decisiones sobre sistemas armamentísticos en la época en la que él estuvo implicado en esas decisiones, pero alega que casi todos esos errores fueron causados por una respuesta exagerada a amenazas que no existían o en la construcción de sistemas que no eran necesarios", escribió el diario The New York Times en una crítica a uno de sus libros en octubre de 1970.

Asesor de seis presidentes

En 1962, Kennedy eligió a York para que liderara, junto a otros 14 científicos y pensadores, la nueva Agencia para el Control Armamentístico y el Desarme. En total, asesoró a seis presidentes, demócratas y republicanos, en este espinoso asunto. A todos les dijo lo mismo: "No existe un sistema de armamento nuclear bueno. No se puede alcanzar la seguridad nacional a través de las armas nucleares", tal y como repitió en una entrevista en 1983.

Uno de sus logros más queridos fue el de ser decano fundador de la Universidad de California en San Diego entre 1961 y 1964 y entre 1970 y 1972. Enseñó física, aleccionó a los alumnos sobre la inutilidad de la guerra y fundó el Instituto sobre Conflictos Globales y Cooperación, de vocación netamente pacifista.

Herbert F. York, en San Diego (California).
Herbert F. York, en San Diego (California).ASSOCIATED PRESS

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