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El aliado sanitario del PP valenciano

Ribera Salud nació como el socio financiero imprescindible para sacar adelante el gran proyecto sanitario del PP de la Comunidad Valenciana: la gestión privada de la sanidad pública. La Generalitat contaba con un aliado con experiencia en la gestión sanitaria, la aseguradora Adeslas, que se mostró dispuesta a dirigir el que sería el hospital de La Ribera (Alzira), que abrió sus puertas el 1 de enero de 1999. Pero faltaba músculo financiero capaz de correr con los gastos de construir y poner en marcha un hospital. Para aportarlo, y bajo el impulso del PP, se creó una entidad integrada a partes iguales por Bancaixa, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y la extinta Caixa Carlet, una caja de ahorros local. Había nacido Ribera Salud, ingrediente imprescindible en la gestión de los cuatro hospitales que ya funcionan en la Comunidad Valenciana bajo la fórmula Alzira.

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El modelo inicial de Alzira no funcionó por dos motivos. El contrato inicial fijaba un pago por paciente que no resultó suficiente para que el negocio fuera rentable. Además, el hospital no podía controlar los pacientes que le llegaban y que remitían los centros de salud, en manos de la red pública. La Generalitat lo resolvió con la reformulación del contrato a través de una maniobra de recompra para volver a ceder la gestión en condiciones distintas a la misma unión de empresas. Aumentó el pago por paciente y se cedió también la atención primaria. Este modelo (primaria más especializada) se ha mantenido en el resto de concesiones hasta el punto de que el año que viene la sanidad de casi el 20% de los valencianos estará en manos de empresas privadas.

En 1999 la apertura de Alzira fue polémica. CC OO llevó a la Generalitat valenciana al Supremo (y perdió) al considerar que la concesión administrativa era una fórmula válida para gestionar una autopista, pero no un hospital. Hace dos semanas abrió el cuarto hospital público de gestión privada en Manises y no hubo ni una nota de protesta de sindicatos o partidos. Pasó sin pena ni gloria. Muchos de los pacientes de Alzira o Torrevieja desconocen la fórmula de gestión.

Ribera Salud participa como socio en cuatro hospitales públicos de gestión privada en la Comunidad Valenciana: en Alzira (con Adeslas), en Torrevieja (con Asisa), en Dénia (con DKV) y en Manises (con Sanitas). El año que viene está prevista la apertura de un quinto hospital en Elche.

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La empresa dio un vuelco en 2007. El hasta entonces director del hospital de La Ribera, Alberto de Rosa, pasó a hacerse cargo de Ribera Salud. La firma reorientó su filosofía y de ser un mero aliado financiero pasó a implicarse a fondo en la gestión sanitaria, manteniendo siempre estrechos vínculos con el PP. De Rosa es hermano de Fernando de Rosa, ex consejero de Justicia de la Generalitat y actual vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, cargo que ocupa designado por los populares. De la misma forma que las cajas de ahorros potenciaron hace unos años su división inmobiliaria como una forma de diversificar el negocio, Ribera Salud decidió entrar en el mercado sanitario, en concreto en la gestión privada de servicios públicos. Dio el salto fuera de Valencia con la adjudicación de los laboratorios de seis hospitales madrileños. Con su presencia en el hospital de Torrejón ha consolidado su apuesta de convertirse en una empresa de gestión sanitaria de ámbito nacional.

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