El Gobierno eleva un 58% las ayudas a la pobreza para combatir la crisis

Todos los recursos resultan escasos para combatir la crisis, que deja pequeña cualquier previsión. Como la que hizo el anterior Gobierno tripartito, que reservó 34,5 millones de euros para las Ayudas de Emergencia Social (AES), el dinero para cubrir situaciones imprevistas, y la realidad ha demostrado que resultan insuficientes. El Consejo de Gobierno aprobó en su reunión de ayer una partida extraordinaria de 20 millones de euros para las AES, lo que representa un 58% más de las dispuestas en un principio. La virulencia de la crisis ha colapsado los ayuntamientos, las instituciones que reparten estas ayudas, una vez que el Ejecutivo les ha hecho la transferencia del dinero a través de las diputaciones.

Los perceptores de las AES han pasado de 16.512 en 2002 a los 27.300 de 2008

Los ciudadanos acuden a los ayuntamientos en busca de ayuda para cubrir algún tipo de necesidad que ha surgido de manera imprevista y no les alcanza con la renta básica. Las AES están concebidas para ese tipo de situaciones, pero no para el pago del préstamo del piso. La nueva Ley de Garantía de Ingresos Mínimos recoge lo que se conoce como el complemento de vivienda (un subsidio específico para el alquiler). Pero hasta que este complemento no se ponga en marcha, las AES a veces también se utilizan para costear el préstamo o el alquiler de la vivienda.

La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, responsable de las AES, recalcó ayer que la nueva dotación económica es "fruto del esfuerzo presupuestario" que realiza el Ejecutivo después de realizar un "detallado barrido de los diferentes departamentos" para obtener recursos.

Zabaleta destacó que los 34,5 millones recogidos inicialmente en los presupuestos del Ejecutivo para 2009 resultan una cantidad "claramente insuficiente" para atender todas las solicitudes que llegan a los ayuntamientos vascos. "La situación", añadió, "se ha visto agravada por la actual crisis económica, que está produciendo un notorio empeoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos y una reducción de los recursos económicos disponibles por los ayuntamientos". Y es que los municipios venían completando con sus presupuestos el dinero que percibían del Ejecutivo. Eso ha provocado en los últimos años diferentes situaciones. Por ejemplo, algunos ayuntamientos cuando se terminaba el dinero del Gobierno seguían aportando de sus recursos para cubrir todas las situaciones de necesidad que les llegaban. En cambio, otros cerraban el grifo.

La consejera apuntó que el número de solicitantes de las Ayudas de Emergencia Social se incrementará de aquí a finales de año. Su cálculo es que la demanda total ascienda un 25%, alcanzando los 63,6 millones de euros. Con la inyección económica aprobada ayer por el Consejo de Gobierno, las AES alcanzarán un nivel de cobertura de aproximadamente el 85% de las solicitudes frente al 55% previsto con el presupuesto inicial de 34,5 millones de euros.

"Se trata de un paso importante, fruto de una apuesta firme de este Gobierno para defender los derechos sociales de los ciudadanos", reiteró.

La evolución de los perceptores de estas ayudas ha crecido de manera interrumpida en los últimos años, pasando de los 16.512 contabilizados en 2002 a los 27.300 de 2008. Para este año se esperan unos 38.000. El gasto, evidentemente, a ido a la par: de los 20 millones que aportó el Gobierno en 2002 se pasó a los 38 el año pasado. Y el nivel de cobertura ha crecido de un 59% de los solicitantes al 85% con el que se cerrará 2009.

Con la nueva Ley de Garantía de Ingresos, aprobada al final de la legislatura pasada con el apoyo del PSE, entonces en la oposición, el sistema de protección social en Euskadi afianza varios tipos de ayudas que ya se venían ofreciendo. La renta básica (una ayuda mensual que no supera el 88% del Salario Mínimo Interprofesional en el caso de que sólo una persona conviva en el hogar donde se pide) es la principal referencia. La cantidad aumenta si hay más miembros conviviendo en la unidad familiar. Las Ayudas de Emergencia Social y el complemento de vivienda completan la batería.