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El suicidio de un ex presidente acusado de corrupción sacude Corea del Sur

Roh Moo-hyun era sospechoso de haber recibido sobornos millonarios

El ex presidente surcoreano Roh Moo-hyun, que estaba implicado en un millonario escándalo de corrupción, falleció ayer debido a las heridas sufridas al tirarse por un precipicio en unas montañas situadas cerca de su domicilio en las proximidades de la ciudad de Busan, al sur del país, según informó su abogado. Tenía 62 años. La policía está investigando si se trata de un suicidio, como hace sospechar la nota que fue encontrada en su ordenador personal. La noticia ha sacudido al país.

Roh dejó su casa, en el pueblo de Bongha, a las 5.45 de la mañana, se encaminó hacia un risco y aparentemente saltó al vacío a las 6.40, según aseguró Moon Jae-in, ex jefe de Gabinete del antiguo líder surcoreano, en una declaración emitida por la televisión. "Dejó una breve nota de suicidio para los miembros de su familia", afirmó Moon. En ella, señala que la vida era "muy difícil" y pide disculpas por hacer "sufrir a tanta gente". "Lo único que me queda para el resto de la vida es ser una carga para otros", afirma en la nota, en la que pide ser incinerado.

Roh, que había salido acompañado por un guardaespaldas, fue conducido rápidamente a un hospital en Busan, pero fue declarado muerto poco después, como consecuencia de las heridas sufridas en la cabeza.

Roh, un antiguo abogado defensor de derechos humanos, nunca fue a la universidad, pero logró pasar los exámenes tras estudiar Derecho de forma autodidacta. Fue presidente de Corea del Sur entre 2003 y 2008. Se enorgullecía de haberse mantenido limpio, en un país que tiene una larga tradición de corrupción. Pero en las últimas semanas se había visto envuelto en una, cada vez más intensa, investigación sobre sobornos relacionados con su familia.

El mes pasado fue interrogado por los fiscales durante 13 horas bajo sospecha de haber aceptado más de seis millones de dólares de un empresario surcoreano, mientras ocupaba la presidencia. Roh negó las acusaciones contra él, pero se disculpó por el comportamiento de su familia y reconoció que el fabricante de zapatos Park Yeon-cha había dado un millón de dólares a su esposa, aunque sugirió que no se trataba de un soborno, y otros cinco millones al marido de una de sus sobrinas, de los cuales dijo que pensaba que eran para una inversión. Los fiscales creen que todo el dinero fue a parar en realidad a manos de Roh. Varios antiguos ayudantes y socios del fallecido ex presidente han sido investigados también, por presuntos sobornos del mismo empresario. Su hermano mayor fue condenado a cuatro años de cárcel la semana pasada por un caso de corrupción distinto.

La muerte de Roh supone un fin trágico para un político que contribuyó a mejorar la democracia en el país asiático, prosiguió las políticas liberales de su predecesor y Nobel de la Paz, Kim Dae-jung, incluido el acercamiento y reconciliación con Corea del Norte. Sus críticos dicen, sin embargo, que dio mucho a Pyongyang a cambio de poco. Cuando dejó la presidencia, su popularidad estaba bajo mínimos, entre otros por la ralentización económica y el alto desempleo juvenil.

Corea del Sur tiene una de las tasas de suicidio más altas de la treintena de países que forman la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo.

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