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Díaz Ferrán culpa de la crisis a "los años de Zapatero" en el Gobierno

El dirigente de la patronal critica al presidente y alaba a Aguirre sin saber que tenía el micrófono abierto - El Gobierno se muestra satisfecho del Plan E

Los micrófonos han vuelto a jugar una mala pasada. Esta vez el desliz fue del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. El dirigente de la patronal comentó ayer en voz baja, sin saber que su micrófono estaba abierto, que el problema de la economía no es "la grave crisis, sino los años de Zapatero" en el Gobierno. Díaz Ferrán cometió el descuido ante un millar de empresarios durante la asamblea anual de la patronal madrileña, CEIM, presidida por los príncipes de Asturias. Ya en la noche de ayer, el empresario matizó su afirmación. En un comunicado, Díaz Ferrán aseguró que "las frases hechas públicas forman parte de una conversación privada más amplia y están fuera del contexto en el que se produjeron".

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Porque el comentario inicial pasó inadvertido para casi todo el mundo, excepto para el secretario general de la CEIM, Alejandro Couceiro, al que iba dirigido el mensaje, y para los periodistas que estaban grabando las intervenciones. Mientras Díaz Ferrán culpaba de la crisis a Zapatero ("es que no lo ha hecho bien", dijo), el presidente de la CEIM, Arturo Fernández, proclamaba que "ninguna empresa desea reducir el número de trabajadores".

Díaz Ferrán se sentía en casa -dirigió seis años la patronal madrileña- y no dudó en alabar las palabras de la presidenta regional, Esperanza Aguirre. "Quienes piensen que podemos salir de esta crisis a base de subsidio, subvención y aumento de gasto público sin realizar ningún esfuerzo, ni hacer ningún cambio, en mi opinión están equivocados", dijo Aguirre ante la asamblea de la CEIM. "Es cojonuda, cojonuda", fue el comentario del presidente de la CEOE, chivado de nuevo por los micrófonos.

El ideario liberal de la presidenta de la Comunidad de Madrid cuenta con el beneplácito de los empresarios, pues es una firme defensora de los mismos postulados que esgrime la patronal: bajada de impuestos, reforma del mercado laboral, reducción del gasto público y liberalización para mejorar la competitividad de las empresas. La dirigente del PP, además, mantiene un enfrentamiento continuo con los sindicatos de la Comunidad madrileña. Y respaldó ayer sin ambages la idea lanzada por los empresarios de crear un contrato de crisis, bonificado y con un coste de despido (20 días por año trabajado), más bajo. "No es cuestión de abaratar el despido, sino de crear empleo", argumentó.

Las palabras de reproche al presidente del Gobierno y de entusiasmo ante las propuestas de Aguirre, que Díaz Ferrán pronunció en voz baja, contrastan con el tono conciliador de lo que dijo en voz alta. A las advertencias de los sindicatos en el Primero de Mayo, dispuestos a convocar una huelga general si el Gobierno cede en el abaratamiento del despido, el presidente de la CEOE replicó: "No es el momento de plantear una huelga general que dañaría aún más la economía española y haría más difícil la situación de la empresa y los trabajadores".

Más duro fue Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, que culpó a los sindicatos de "ser un problema". "La única solución que han aportado es la de conceder más subvenciones a los parados", agregó.

Los sindicatos acusan a la patronal de bloquear la mesa del diálogo social con su insistencia en abaratar el coste del despido en los nuevos contratos. Y el Gobierno condiciona varias reformas al visto bueno de los agentes sociales, un procedimiento que ahora puede retrasar la respuesta a la crisis. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que no conocía las palabras de Díaz Ferrán, volvió ayer a tirar de paciencia: "El diálogo social sigue siendo un eje fundamental para el Gobierno". Pero también quiso ahuyentar los temores sindicales, al asegurar que "determinadas reformas del mercado laboral están fuera de los límites" de cualquier hipotético acuerdo con el PP contra la crisis económica.

El rechazo del Gobierno a la iniciativa de la CEOE ya lo expresó el propio Zapatero a los pocos días de hacerse pública. "A tantos que piden el despido más fácil, les tengo que decir que no", dijo en febrero. "Hay muchas más reformas que discutir, no sólo un tipo determinado de reforma laboral", añadió ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado.

De la Vega y Salgado comentaron en conferencia de prensa el grado de cumplimiento de las medidas adoptadas contra la crisis, que el Gobierno rebautizó como Plan E. Zapatero convocó un Consejo de Ministros extraordinario para hacer un balance del plan, pero en él no se tomó ninguna decisión ni se estudiaron propuestas. Las posibles novedades las reservó para el debate del estado de la nación, la próxima semana.

"Estamos satisfechos de los resultados del plan, pero no con el resultado sobre el desempleo", dijo Salgado, que insistió en que el volumen de gasto público comprometido contra la crisis y en prestaciones a parados "es el mayor entre los países europeos". El Gobierno lo cifra en un 4,9% del PIB, aunque mezclando partidas muy heterogéneas. Pese a los augurios de Bruselas y el FMI, que anticipan una tasa de paro del 20% en 2010, la vicepresidenta se mostró confiada. "Las medidas necesitan un periodo de maduración", indicó. Y mantuvo que, de aprobarse nuevos incentivos, serán "selectivos" y para "cambiar el modelo de crecimiento".

Gerardo Díaz Ferrán, durante su intervención en una asamblea de la CEIM en Madrid.
Gerardo Díaz Ferrán, durante su intervención en una asamblea de la CEIM en Madrid.EFE

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