Mamás y comadronas chatean para resolver dudas
Más de mil mujeres participan en un proyecto de consultas por videoconferencia
Matías fue el primer niño que conoció a sus comadronas por chat. Su madre, Montserrat Charles Harris, tenía todo lo necesario: conexión a Internet, webcam y Skype.
Un total de 800 mujeres como Montserrat participan en un proyecto de investigación que compara las consultas presenciales y virtuales que hacen las madres desde el día en que dan a luz y durante las seis semanas siguientes. El objetivo es determinar si se podrían reducir las visitas al centro de atención primaria (CAP). El estudio está impulsado por la unidad de comadronas de la Universidad de Barcelona.
Mediante Skype, un programa de llamadas gratuitas a través de la web, las pacientes resuelven sus dudas por videoconferencia sobre cualquier cuestión que les preocupe, sobretodo acerca de la lactancia, el dolor de perineo y las relaciones sexuales.
Elvira Marín dio a luz en febrero a Eloi, y ya ha finalizado el seguimiento telemático. "Te ahorras muchos viajes al ambulatorio", asegura muy satisfecha con la experiencia.
Skype tranquiliza
Existe otro grupo que actúa como control de la investigación y también está formado por 800 mujeres. Cristina Bors es una de ellas. Alumbró a Adrián el 3 de enero. Dos días más tarde, tuvo que acudir a urgencias. "Tenía una herida que me sangraba en el pecho y no sabía qué hacer. Por Skype me hubiera tranquilizado enseguida". Pese al percance, Cristina está orgullosa de haber formado parte de la investigación. "Ojalá funcione cuando vuelva a estar embarazada".
Ésta es la intención de Gloria Seguranyes, la investigadora jefa de esta iniciativa pionera, que arrancó en enero. "En España, la videoconferencia se usa para seguir a pacientes con diálisis o afectados de diabetes. La novedad es que se emplee con madres recientes y que sea totalmente gratuita".
El proyecto, que se gestó en el 2007, recibió 18.000 euros del Instituto Carlos III y, cada año, el departamento de salud catalán les otorga 3.500 euros para material. "Nadie cobra por el servicio. Lo mejor es la motivación de las profesionales", explica Seguranyes.
A día de hoy, participan 1.250 mujeres, de las que unas 150 lo han finalizado, en casi 60 centros del Instituto Catalán de la Salud. En el CAP de Cornellà de Llobregat, trabaja la comadrona Alicia Palacio. "Es útil para la mujer y para su pareja, que puede consultarnos por libre. Estamos enganchadas al Skype". Y concluye: "en este proyecto todo es ilusión".
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