Narón compra un molino para crear un museo tras diez años de litigios
El Ayuntamiento de Narón pasó ayer a ser oficialmente el propietario de un molino harinero del siglo XVIII en la desembocadura del río Xuvia después de diez años de batallas legales con los anteriores dueños. El gobierno local desembolsó los 311.000 euros del justiprecio que fijó el Tribunal de Expropiaciones y guarda otros 250.000 euros más para reconstruir tejados, paredes y ventanas y devolver la aceña a su estado original.
Los trámites para la adquisición del molino se remontan a finales de 1999. Empeñado en recuperar una construcción emblemática pero completamente abandonada, el gobierno naronés acudió a la Xunta, que lo autorizó a ocuparlo para frenar su deterioro. Los dueños recurrieron al juzgado, y la propiedad del molino se convirtió en un embrollo legal que retraso el proceso diez años, hasta que el Tribunal Superior de Xustiza lo consideró Bien de Interés Público.
Este emblemático molino, a la izquierda del río Xuvia, marca la frontera con el municipio de Neda. Fue construido en el siglo XVIII, y durante décadas abasteció las despensas de la Armada Española. Protegido por Patrimonio, la nueva Xunta deberá aprobar la intervención que planea el gobierno de Narón -Terra Galega en coalición con el PP- para transformar este molino de tres plantas en un museo etnográfico. En la aceña se planea ubicar una biblioteca y museo que de forma didáctica muestre a los visitantes el funcionamiento de esta molienda hidráulica, que llegó a ser una de las más importantes del país.
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