Ondarroa retrasa un año el cobro de impuestos a más de 500 radicales
La izquierda 'abertzale' promovió en 2003 un boicot fiscal tras perder la alcaldía
El Ayuntamiento de Ondarroa retrasará hasta el próximo año la exigencia del pago de impuestos municipales a todos los radicales abertzales -más de 500 personas en una población de 8.900 vecinos-, que protagonizan un boicot fiscal desde hace seis años. El consistorio envió el pasado marzo cartas a quienes no han abonado los impuestos locales en 2005 (cerca de 40 vecinos), ya que en caso contrario habría prescrito la deuda.
La intención de la gestora presidida por el PNV que gobierna el municipio es que a lo largo de este año y a principios de 2010 se vayan reclamando las cantidades a los insumisos fiscales correspondientes a los ejercicios de 2006, 2007 y 2008. El 15 de abril finalizó el plazo voluntario para abonar los tributos correspondientes a 2005, pero el consistorio no ha aportado los datos de los que han pagado y los que se han negado. "Algunos no han aceptado recibir la carta y ese procedimiento va por otro lado. Pero este tema ya no es de lo que me preocupan, porque ya está encaminado y tiene su procedimiento", explicó a este diario el presidente de la gestora de Ondarroa, Félix Aranbarri.
Una vez resueltos los posibles recursos que se puedan presentar, la exigencia del pago a los insumisos de 2005 quedará en manos de la Diputación, con quien el Ayuntamiento firmó en agosto de 2008 un convenio para solventar esta situación. El acuerdo delega la gestión de la recaudación ejecutiva de los tributos locales en la institución foral, que iniciará el procedimiento de apremio, que incluye intereses de demora, multas y otros recargos. Se espera que en las próximas semanas la Hacienda foral pueda empezar a reclamar el abono a los insumisos.
Desde hace 17 años ha habido vecinos en Ondarroa que se han negado a cumplir sus obligaciones fiscales, pero el boicot se disparó hace seis años, coincidiendo con la pérdida de la alcaldía por la izquierda abertzale, al ser ilegalizada. En tres lustros la deuda tributaria ronda, según los cálculos municipales, los 2,3 millones de euros, aunque de esa cantidad habría que descontar todo lo no cobrado hasta 2004, ya que ha prescrito. Los tributos locales suponen entre el 30% y el 35% de los ingresos ordinarios del consistorio.
La gestora que gobierna Ondarroa desde julio de 2007 -el consistorio no se pudo constituir por primera vez en la democracia en este municipio debido a la presión de los radicales- intentó hace más de un año acabar con la insumisión. Quiso encargar el cobro a una empresa especializada, Gesmunipal, que acomete trabajos parecidos en otros ayuntamientos vascos. Pero las amenazas directas a la compañía obligaron a declarar desierto el concurso, al que no se presentó ninguna otra empresa.
La amenaza de la intervención de la Hacienda foral -los insumisos sí abonan los impuestos que dependen de la Diputación, como el IBI- ha sido rechazada varias veces por la izquierda abertzale. Hace diez días sus portavoces aseguraron que seguirán sin pagar "un sólo céntimo" hasta que no haya "una solución política al conflicto de este pueblo". Exigen acceder a la alcaldía en virtud de los votos nulos que lograron en las elecciones municipales de 2007. "Las razones que impulsaron el boicot siguen inalterables e incluso se han agravado con las medidas impuestas por la gestora", aseguran.
Últimos intentos
- Aunque no era una situación nueva, la gestora que dirige Ondarroa se propuso en 2008 acabar con la insumisión fiscal. Recurrió primero a una empresa especializada en el cobro de impuestos, pero las amenazas recibidas frustraron este plan.
- En agosto del pasado año, tras varios meses de gestiones, se firmó un convenio con la Diputación de Vizcaya -precisamente donde se tienen que celebrar los plenos municipales a puerta cerrada, por la presión de los radicales- para que se puedan cobrar los tributos.
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