Las contratas de La Naval deben ratificar hoy el preacuerdo social

Los trabajadores de las contratas de La Naval deberán decidir hoy si aceptan el preacuerdo que se ha alcanzado con la empresa para que todos los trabajadores de las empresas auxiliares cumplan en convenio del metal de Vizcaya y no haya dumping social al contratar personal con condiciones laborales de terceros países. "Los enemigos no son los extranjeros, sino las peores condiciones laborales", señala José María Belón de UGT.

Nicolai Daniel y Vasile Marchida salían tranquilamente el sábado al mediodía por la puerta principal del astillero de Sestao. Son dos operarios rumanos que desde hace año y medio trabajan para Maesa, una de las muchas industrias auxiliares subcontratadas en La Naval. En un castellano escaso aseguran que no tienen problemas, que les pagan muy bien y que en su empresa conviven españoles, africanos, suramericanos y europeos del Este con cordialidad. Su empresa no pertenece a ese 20% de compañías que, según estimaciones de UGT Euskadi, han subcontratado en países de Europa del Este.

La Naval no es una empresa en crisis. José Luis Fraiz, de la sección sindical de CC OO, explica que ahora ha descendido ligeramente la carga de trabajo y las necesidades de contratas porque se está terminando un buque, pero que en breve aumentarán, porque ya se ha empezado a cortar el acero para otro. El astillero cuenta con una plantilla de 400 trabajadores y emplea a más de 1.500 en subcontratas, que eran más de 2.000 hace unos meses.